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ERC apuesta por sostener a Sánchez en el Gobierno al menos hasta la vuelta de los presos a cárceles catalanas

ERC se reúne en Ginebra para preparar una respuesta frente al juicio al "procés"

Arturo Puente

Una cosa es no aprobar las cuentas del Gobierno de Pedro Sánchez y otra diferente hacerlo caer de forma inmediata. Este es el planteamiento que en los últimos días ha ganado adeptos en ERC, en pleno debate sobre si permitir tramitar los Presupuestos Generales que este lunes llegarán al Congreso. Una decisión que los republicanos vinculan además con el futuro de los presos independentistas una vez acabe el juicio, cuando será el Gobierno central quien tenga la última palabra sobre su regreso a las cárceles catalanas.

La única posibilidad de que los líderes independentistas vuelvan a prisiones cercanas a sus casas, calculan en ERC, es que en primavera las formaciones de la derecha continúen lejos de la Moncloa. Por esta razón, en el partido se decantan por aplazar el 'no' rotundo a las cuentas menos hasta asegurar que los nueve reclusos vuelvan a estar bajo custodia de los Servicios Penitenciarios de la Generalitat. Es la postura que expresó esta semana la exconsellera encarcelada Dolors Bassa, que reclamó “no dejar caer a Sánchez porque la alternativa es mucho peor”

Esto supondría, de entrada, evitar una enmienda a la totalidad que, de aprobarse, hundiría la frágil mayoría formada entre izquierdas e independentistas en la moción de censura contra Mariano Rajoy. Ahora bien, algunos diputados en el Congreso abogan por plantear una enmienda “técnica” para centrar el debate sobre los presupuestos en el plano político, y después retirarla.

“Se trata de una cuestión casi procedimental, sobre cuándo y cómo dar el 'no' a unas cuentas que nos parecen invotables”, sostenía este viernes un miembro de la dirección. El debate sobre ese punto protagonizó la reunión de la tarde que la Ejecutiva Nacional de ERC celebró en Ginebra, aunque no la acabó de resolver. Con lo que sí cuentan es con ir perfilando en qué debería consistir el “gesto” que le reclaman a Sánchez para aprobar las cuentas.

Alerta en Servicios Penitenciarios

Incluso entre los independentistas más beligerantes contra el Gobierno de Sánchez, el argumento de asegurar que los presos regresen tiene peso. Y no solo entre ERC. Para el conjunto del colectivo de encarcelados, su regreso a Catalunya se ha convertido en una preocupación que han llegado a trasladar al Govern. En el departamento de Justicia, responsable de prisiones, temen que una campaña sobre los supuestos “privilegios” que presione para que el Gobierno no los retorne.

Es por eso que, cuando este viernes trascendió que Josep Rull había obtenido un permiso penitenciario el día 5 de enero por una emergencia de salud de su hijo, en la conselleria de Ester Capella creyeron ver el pistoletazo de salida a la campaña de descrédito contra las cárceles catalanas. Una vez conocido el auto del juez, que avalaba que la decisión sobre la salida de Rull la tomara la dirección de la cárcel, los ánimos se calmaron. Con todo en el Govern apuestan por no bajar la guardia y “no ponerle difícil a Sánchez” devolver a los encarcelados tras el juicio.

Mientras esto ocurría en Barcelona, en Ginebra la cúpula de ERC trataba de trazar una estrategia ante las cuentas que no fuese leída como un cheque en blanco pero que, a la vez, sostuviera a Sánchez unos meses más. El vicepresident de la Generalitat, Pere Aragonès, uno de los miembros de la dirección más proclives a negociar las cuentas, ya había avanzado tarea, pues en las últimas semanas se ha coordinado con los diputados más técnicos del grupo de ERC en el Congreso en vistas de la posible discusión “partida a partida” con el PSOE sobre el proyecto económico.

Mantener la unidad con el PDeCAT

Contra la imagen que se tiene de él en los sectores más inflamados del independentismo, Joan Tardà no se encuentra entre los diputados más favorables a dejar pasar las cuentas de Sánchez como si nada. Sin embargo, él fue quien este jueves salió a responder a Quim Torra desde los pasillos del Congreso para subrayar la soberanía de su grupo para tomar cualquier decisión sobre los presupuestos. El president había pronosticado una “crisis en el Govern” si los independentistas no iban en la misma dirección.

Aunque las declaraciones de Torra fueron posteriormente matizadas por Carles Puigdemont, que reconoció que la última palabra la tendrían los diputados del Congreso y no el Govern, tanto en ERC como en el PDeCAT consideran que constaría entender votos diferentes entre los grupos. Tal como avanzó este diario, la cúpula del partido neoconvergente y sus diputados en Madrid se decantan sin ambages por aprobar los presupuestos.

En ERC aún no han acabado de encajar el puzzle. Si bien mantener la unidad con el PDeCAT es una prioridad, en la reunión mantenida este viernes en Ginebra el 'no' final a los presupuestos es una postura muy mayoritaria. “Si las cuentas son la segunda vuelta de la moción de censura debe haber motivos suficientes para que ERC las apoye”, ha asegurado Aragonès desde Ginebra.

En público, el partido continúa reclamando un “gesto del Gobierno”, y en las próximas semanas tratarán de especificar concretamente a qué se refieren. En privado, los dirigentes reconocen que tal “gesto” es del todo improbable. De Sánchez no esperan conseguir medidas de gracia ni cambios en la postura de la Fiscalía. Pero de que el socialista se mantenga en la Moncloa sí depende, al menos, que no se impida el regreso con normalidad de los presos a Catalunya.

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