Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Malestar en ERC con la portavoz del Govern, Meritxell Budó, por sus “meteduras de pata”

La consellera Budó junto al president Torra y otros miembros del Govern

Arturo Puente

La última polémica de la consellera de la Presidència y portavoz del Govern, Meritxell Budó, ha desbordado el vaso de ERC. El malestar se ha extendido en la formación por las que consideran “meteduras de pata” de la portavoz, y fuentes de la formación reconocen que tienen previsto llevar la situación a los espacios de coordinación que tienen con Junts per Catalunya para tratar de encarrilarla. En la dirección republicana hay preocupación por que la persona que es la cara visible del Govern esté en el ojo del huracán “cada semana”.

La incomodidad que han generado en sectores de ERC algunas de las intervenciones de Budó no es nueva, pero esta semana se ha generalizado después de que la portavoz se negara a contestar a una pregunta formulada en castellano por una periodista en la rueda de prensa del Govern. “Es algo más propio de los años 90 que de hoy y que no representa en absoluto nuestro espíritu”, reconoce un miembro de la dirección republicana, que remarca que las palabras de Budó son “incompatibles” con la idea de apertura y diversidad que Oriol Junqueras quiere encarnar.

El aterrizaje de Meritxell Budó en la conselleria de la Presidència, llegada hace solo dos meses y medio desde la alcaldía del municipio de La Garriga, ha sido accidentado. En apenas una docena de semanas Budó ha protagonizado lapsus, como cuando se lió explicando por qué consideraba que el independentismo había ganado en Barcelona, ha realizado declaraciones polémicas, como en una reciente entrevista en El Punt Avui sobre las negociaciones en el Ayuntamiento de esa misma ciudad, y ha tenido choques con la prensa que cubre la actualidad de la Generalitat, como el pasado martes.

En ERC no dudan en calificar estos problemas como “insostenibles”, sobre todo en un momento de gran estrés para el independentismo, con el final del juicio y la negociación de los pactos municipales. Al entender de los republicanos, ahora es más importante que nunca que desde el Govern salga un mensaje claro y unívoco, algo que a su juicio Budó hasta ahora no ha conseguido.

En la formación de Junqueras culpan, además, a las reiteradas declaraciones de la consellera sobre el Ayuntamiento de Barcelona –calificó de “operación de Estado” un eventual acuerdo de Ada Colau con PSC y Ciudadanos– de perjudicar sus negociaciones para llevar a Ernest Maragall a la alcaldía. “Por muy mal que me parezca y por muy poco que me guste ver a Colau probablemente investida con los votos de un tipo que deportó a 10.000 a personas en Francia, ella, él y cuanto representan también es parte del país. Este tipo de lenguaje solo resta”, aseguró el diputado Gabriel Rufián en Twitter, compartiendo unas palabras de Budó.

Desde el Departamento que dirige Budó aseguran no haber recibido ninguna queja, ni esta semana ni en momentos pasados, e invitan a ERC a trasladar lo que tengan que decir. “Si quieren, hablamos de errores”, indican desde el equipo de Budó.

La consellera de la Presidència fue elegida en sustitución de Elsa Artadi por su cercanía política con Carles Puigdemont y, sobre todo, con quien el independentismo considera el “conseller legítimo” de su área, Jordi Turull. Pero Budó, experta en el campo de la farmacia y alcaldesa de una ciudad pequeña durante las últimas dos legislaturas, no había tenido experiencia en el campo de la comunicación hasta el momento en el que se puso al frente de la portavocía de la Generalitat. De hecho, JxCat barajó nombres con perfil técnico, como el de la periodista Pilar Calvo, pero acabaron optando por una consellera más política.

Rectificación sobre el castellano en ruedas de prensa

El capítulo vivido en la sala de prensa de la Generalitat el pasado martes sorprendió tanto a la prensa como a miembros de los partidos. Meritxell Budó se mostró reacia a contestar una pregunta formulada en castellano, asegurando que había una norma por la que solo podía preguntarse en castellano lo que previamente ya había sido contestado en catalán. La inexistente norma generó estupor entre los periodistas que asistían a la rueda de prensa, que algunos de ellos mostraron en su turno de preguntas.

Hasta la fecha, las ruedas de prensa posteriores al Consell Executiu de los martes siguen un orden no escrito según el cual las preguntas comienzan por las cabinas de radio, después pasan a los redactores de prensa y televisión, a quienes se contesta en catalán y, finalmente, hay un turno para las respuestas en castellano que reclaman los medios audiovisuales que utilizan esta lengua. Pero, si hay un orden establecido por costumbre sobre el idioma en el que contesta el portavoz, no hay ninguna norma respecto a la lengua en la que se formulan las preguntas.

Tras la polémica suscitada, este miércoles la consellera ha rectificado su posición, calificando de “malentendido” lo ocurrido en la sala de prensa. Según ha explicado, a lo que aludió durante la rueda de prensa fue a que las respuestas en castellano se hacen al final, y manifestó que contestaría a todas las preguntas en cualquier lengua que le fueran formuladas, como venía haciéndose hasta la fecha.

Etiquetas
stats