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Xavier Melero: “Pude decir que en el procés no hubo una estrategia seria de ruptura porque no tengo lealtad partidista”

Melero cree que el operativo policial del 1-O tuvo un objetivo político

Neus Tomàs / Oriol Solé Altimira

Xavier Melero (Barcelona, 1958) ha sido el verso suelto de las defensas en el juicio del procés. Fue el único letrado que en su informe final dio un baño de realidad al proceso soberanista, resaltando que el Govern incumplió sus propias leyes para la independencia y acató el 155. “Pude hacerlo porque no tengo ningún tipo de lealtad partidista a ningún tipo de causa, y es más cómodo incluso para los demás que lo haga yo”, reflexiona sobre esta estrategia de defensa.

Impulsor, junto a otros intelectuales barceloneses, de lo que acabaría siendo Ciudadanos, se muestra crítico con la deriva del partido: “Cuando hablan me parece que encadenan tópicos que pretenden que sean constitucionalistas, a veces liberales y a veces otras cosas, pero no les entiendo”. La entrevista se realiza el viernes por la mañana, justo antes de que el Supremo decida mantener en prisión provisional a Forn y al resto de acusados. Para Melero, que los acusados hubieran podido esperar la sentencia en libertad habría supuesto “restaurar una situación de normalidad”.

¿A los acusados les pueden perjudicar sus últimas palabras? La Fiscalía las ha empleado para pedir que siguieran en prisión.

Siempre he tenido la teoría de que las últimas palabras son un trámite procesal un tanto inoportuno del que hay que hacer uso lo más restringido posible. Mi consejo evidentemente no fue tenido en cuenta. El fiscal lo utiliza, pero yo creo que también es un poco rastrero utilizar las últimas palabras, que no dejan de ser una expansión emocional del acusado al término del juicio. Debería haber una cierta neutralidad valorativa.

¿Qué pensó usted cuando Jordi Cuixart dijo que lo volvería a hacer?

No le veo ningún problema. Cuixart dijo que lo volvería a hacer después de haber dicho que aquello no era delito. La premisa de la afirmación de Jordi Cuixart es que el ejercicio de los derechos de reunión y manifestación no es delictivo. Y desde esa convicción dice 'claro que lo volvería a hacer porque eso no puede ser delito'. Lo que no dice Jordi Cuixart es 'ante un delito, me reafirmo en la voluntad de seguir delinquiendo'. Él niega la mayor.

¿Y qué piensa cuando es Quim Torra quien dice que lo volvería a hacer?

De lo que digan los políticos... He dedicado buena parte de mi tiempo en este juicio a poner de manifiesto que las declaraciones de los políticos tienen escasísimo valor en el ámbito del proceso penal. En eso me ratifico.

¿Nos está diciendo que no le hagamos mucho caso?

No. Estoy diciendo que yo no le hago caso y espero que el tribunal tampoco. Forma parte de otro partido que no es el que se juega en el Supremo.

¿Estas últimas palabras y otras afirmaciones de los acusados en el juicio se explican porque, más que presos, son rehenes de su planteamiento independentista del que no pueden abdicar?

Todos los acusados en este juicio tenían un problema que han intentado equilibrar durante el juicio, y es que tenían dos audiencias. Tenían la audiencia de siete personas compuesta por el tribunal y otra audiencia más amplia que son sus correligionarios. Ellos han intentado mantener el equilibrio entre defender jurídicamente su posición procesal y mantener también los vínculos emotivos y de fidelidad política con lo que es su afición.

¿En la calle el público ha visto lo que quería ver? Es decir, los que querían ver un golpe de Estado han visto un golpe de Estado y los que querían ver a unos inocentes los han visto.

Sí, por supuesto. No creo que nadie haya movido ni un milímetro su posición. Desde ese punto de vista el juicio ha sido bastante estéril en su función de convencer a través de las pruebas de cuál era la realidad de lo que había sucedido, porque todo es muy valorativo.

¿La Fiscalía también ha sido rehén de la querella inicial que presentó el entonces fiscal general José Manuel Maza?

Yo creo que sí. La Fiscalía ha sido rehén de la querella inicial. El señor Maza era quien era, una persona muy querida en el Tribunal Supremo y en la Fiscalía, un hombre que tenía una extraordinaria influencia... Luego está el clima político que ha rodeado toda esta acción penal desde la propia Fiscalía. Empezando por el señor Maza, que el 21 de octubre de 2017 hace unas declaraciones en las que dice que la querella no se interpondrá si no hay declaración de independencia. O sea que hay un condicionamiento a la interposición de la acción penal a cuál pueda ser la actitud política que adopten desde el Gobierno de Catalunya.

Y luego todos esos dimes y diretes que se han producido con el cambio de Gobierno: Que si ahora el Gobierno sí que podría incidir en la Fiscalía, ahora no, que si la nueva fiscal general del Estado era más dúctil a las presiones del partido socialista de lo que podía ser.... Todo esto me imagino que ha llevado a los fiscales de sala a cargo del tema a encasillarse en una posición muy bloqueada, muy berroqueña.

¿Usted cree que se exagera cuando se dice que la Fiscalía muchas veces actúa por intereses políticos?

Yo creo que los profesionales de la Fiscalía cuando van al juicio actúan jurídicamente, pero evidentemente la toma de decisiones de la Fiscalía hay criterios políticos. En este caso está documentado: estamos hablando de uno de los delitos más graves y con penas más importantes del Código Penal y días antes de interponer la querella el señor que tiene que interponer [el exfiscal Maza] dice que no la interpondrá si se hacen determinadas cosas en el plano político. El principio de oportunidad evidentemente juega y alrededor de este principio hay consideraciones políticas.

¿El baño de realidad al procés que dio en su informe al constatar que no se aplicaron las propias leyes soberanistas es el mejor alegato para defenderse?

Desde el punto de vista del delito de rebelión, que castiga la pretensión de secesión con actos concluyentes, era muy importante dejar claro que en realidad en el procés estábamos ante un artefacto político que pretendía forzar una negociación en una posición de cierta ventaja, pero no realmente ante una estrategia seria de ruptura de la comunidad territorial.

Era importante rebatir al fiscal, que decía que la Generalitat tenía el poder, y poner de manifiesto que ese poder era un poder incapaz de imponer un marco normativo por la fuerza, que sería la definición del poder, y luego que desde las leyes de desconexión a lo único a lo que asistimos es a actos de renuncia del ejercicio del poder. La multa coercitiva del Tribunal Constitucional a los miembros de la Sindicatura Electoral es paradigmática: un órgano imprescindible según la ley de referéndum para validar los resultados sin embargo se disuelve y aquí no pasa nada.

¿Y si tan importante era por qué cree que fue el único abogado que lo puso tan de manifiesto?

Yo lo había puesto de manifiesto ya en el interrogatorio de Forn al principio del juicio. Quizá yo pude hacerlo porque no tengo ningún tipo de lealtad partidista a ningún tipo de causa, y es más cómodo incluso para los demás que lo haga yo.

Del repaso su actuación en el juicio se recuerda el momento en que borró la sonrisa a Soraya Sáenz de Santamaría. ¿La exvicepresidenta, el exministro Zoido y el expresidente Rajoy dijeron la verdad en el juicio?borró la sonrisa a Soraya Sáenz de Santamaría

Yo he tenido que llegar a la conclusión, por pura deducción analítica, de que no. Lo hago poniéndolos en valor. Niego que sean unos besugos, como quisieron dar a entender. Quiero imaginarme que el día 1 de octubre estaban preocupados, hablaban entre ellos y tomaban decisiones. Es inverosímil que no lo hicieran porque a las once de la mañana del 1 de octubre esto ya era un escándalo internacional. Creo que les dignifico diciendo que mintieron ante el Tribunal Supremo y negando que fueran unos irresponsables de ese nivel.

Una de las dudas que nos queda es que no sabemos quién ordenó las cargas policiales.

Según el ministro 'los operativos', según el secretario de Estado, que se comprometió más, él validó la operación. Sin embargo la instrucción del secretario de Estado no tiene nada que ver con lo que hicieron los operativos y los propios operativos reconocieron no tener ni idea de la existencia de la instrucción. Lo único lógico que me queda por pensar es que los máximos mandos de cada cuerpo policial fueron haciendo lo que más o menos les pareció según las circunstancias.

No dudó en tildar de que el dispositivo policial del 1-O tenía un objetivo político además de cumplir con el auto del TSJC. ¿Por qué?

Lo dijo el señor Nieto. Impedir el referéndum no lo impidió nadie. Es un absurdo. Yo se lo pregunté al señor Nieto que para qué era todo eso y dijo 'para que no pareciera un referéndum homologable'. Lo dijo tal cual. Esto es un objetivo político que no tiene nada que ver con lo que son las resoluciones judiciales.

Se quedó sin careo entre Pérez de los Cobos y Ferran López. Fue muy contundente con el coordinador que coordina, pero no manda. ¿Cuál cree que fue su auténtico papel el 1-O?quedó sin careo entre Pérez de los Cobos y Ferran López

No lo sabe nadie. Eso es un misterio. Tiene un extrañísimo papel porque si alguien repasa sus declaraciones en el juicio y sus informes, su máximo esfuerzo es el de verbalizar que no hizo nada y que no tenía absolutamente ninguna competencia. Ha tenido un auténtico problema para definir lo que hizo. Mi tesis es que no había ninguna voluntad de coordinación del Ministerio del Interior con los Mossos d'Esquadra y se había decidido un dispositivo absolutamente unilateral.

Vamos a los Mossos. En el juicio ha quedado claro que buena sintonía entre el Govern y la cúpula policial no había. Pero usted ha puesto en duda la entidad del aviso de violencia que la cúpula policial dio a su cliente y a Puigdemont y a Forn el 28-S. ¿Ese aviso de disturbios es uno de los mayores obstáculo a salvar para su defensa?

No. Para la Fiscalía es un elemento importante porque hace la siguiente construcción: 'Usted sabía, porque le habían avisado los policías, de la posibilidad de que se produjeran enfrentamientos y a pesar de eso no interrumpió la celebración del referéndum'. El problema es que esa preocupación del 28 de septiembre es verbal y después de la grave preocupación que les genera la reunión ninguno de los responsables policiales hace absolutamente nada.

Si ustedes lo recuerdan, en aquellos momentos la cúpula de los Mossos d'Esquadra tenía una gran capacidad de acceso a los medios de comunicación. Estaban en un punto alto de popularidad. Desde luego que estaban en condiciones de ser escuchados. Es más, yo creo que si ellos hubieran desconvocado el referéndum el referéndum no se hubiera celebrado, creo que tenían incluso capacidad de desconvocarlo.

¿Los Mossos?

Sí, los Mossos. No hicieron nada en absoluto. Sin embargo el día 13 de octubre es una fecha muy significativa porque los Mossos emitieron un informe en el que describen cuál era el nivel de información que tenían sobre el riesgo de violencia. Y dicen que los informes de inteligencia de los que disponían ellos y los otros cuerpos policiales hablaban de una movilización masiva y pacífica. O sea que es cierto lo del 28 de septiembre o lo del 13 de octubre, pero las dos no pueden ser ciertas.

También ha quedado bastante claro que su cliente se expresaba de una manera en público y en privado de otra, respetando que los Mossos hicieran su trabajo. ¿Es uno de los errores o engaños del procés, lo distinto que se expresaban en público y en privado sus líderes?

No hablaré nunca ni de errores ni de engaños del procés porque a mi no me toca hablar de política. Pero es habitual y general la contradicción entre lo que dicen los políticos en tanto que políticos y en tanto que jefes de una administración. Eso en este juicio los hemos podido visualizar tanto con los responsables del Govern de la Generalitat como con los miembros del Gobierno de España.

Pero los responsables del Govern jugaron a la ambigüedad con los Mossos.

De puertas afuera en lo que son declaraciones públicas parece que sí jugaron a esa ambigüedad, pero de todas formas también hubo manifestaciones que se transmitieron al público como la del señor Forn en el Consejo de la Policía el 14 de septiembre en la que ya dejó claro a todos los sindicatos y a todos los mandos policiales que la única actitud que tomaría el Govern con respecto a la policía era dejar que actuaran a las órdenes de jueces y tribunales. Pero bueno, la utilización del mensaje ambiguo en el discurso público parece que es evidente.

Siguiendo su hilo argumental de su informe final en el que se conformaba con la desobediencia, ¿un acto a gran escala de desobediencia institucional y civil, como el 1-O, sin armas y sin violencia organizada por el Govern, tendría que ser más delito que una mera desobediencia? ¿Se tendría que cambiar el Código Penal para castigarlo?

Esto jurídicamente no es una rebelión. Todos los artículos del capítulo de la rebelión se refieren a individuos armados. Toda la terminología es terminología militar. Eso es una evidencia. Yo hablaba de la rebelión postmoderna porque pueden intentar forzar el concepto pero lo que ha ocurrido aquí no encaja. Falta un delito que hay en otros ordenamientos que es una desobediencia grave por parte de una administración que utiliza poderes del Estado sancionada con penas graves. Eso no existe. Sería una desobediencia agravada con pena privativa de libertad.

¿Estaría bien que existiera?

Cubriría una laguna, porque la tesis de la acusación es el reproche ante el comportamiento desleal de una administración pública. Se puede ver incluso más claro en la malversación. Se reprocha coger un dinero destinado y previsto legalmente a hacer promoción de Catalunya en el extranjero y concentrarlo en uno o dos meses al servicio una opción política.

Eso es profundamente desleal porque la habilitación de estos fondos no era en ningún caso para promocionar el referéndum. Esto será profundamente desleal, pero amigo mío si yo tengo la habilitación para el gasto y tengo la competencia para el concepto del gasto, estará muy feo pero usted no puede ir mucho más allá.

Fuera del juicio del procés, como abogado de Oriol Pujol, ¿que opina de la última petición del fiscal que acusa a la Generalitat de dejarlo salir de la cárcel por ser hijo de un expresident?

Evidentemente es una discriminación. Oriol Pujol igual en sus periodos de gloria fue objeto de discriminaciones positivas muy inconvenientes, pero está siendo objeto de una discriminación negativa que tiene consecuencias exactamente en lo mismo. Si en una época se le benefició por ser quién era, ahora se le perjudica por ser quien es.

¿Interpreta la petición de la Fiscalía respecto a Oriol Pujol como un aviso a navegantes para cuando los presos del procés vengan a cárceles catalanas?

No, yo creo que es una cápsula que está muy relacionada con el tema Pujol, el heredero, la pena privativa de libertad y los requisitos para la suspensión de la misma. Es un tema diferente. Pero si es un aviso para navegantes todavía peor porque ya sería gravísimo.

Hay columnistas que han interpretado que era una prueba de que la Generalitat trataba mejor a los políticos del ámbito independentista.

Esos comentarios son una vergüenza y no los puedo entender de ninguna de las maneras.

Usted que sabe algo de los inicios de Ciudadanos, ¿está acertando Albert Rivera con su estrategia actual?

Yo tuve algo que ver con los inicios de Ciudadanos pero veo a la criatura y no la reconozco. No me gusta nada. Ni lo que hacen ni lo que dicen. Cuando hablan me parece que encadenan tópicos que pretenden que sean constitucionalistas, a veces liberales y a veces otras cosas, pero no les entiendo. Y lo que están haciendo en política soy incapaz de comprenderlo. Ante esta situación me refugio en la extrañeza y desde luego a no identificarme en nada con lo que ha devenido este partido.

¿Qué cree que debería ser Ciudadanos?

Pues mire, al principio cuando empezábamos a hablar de este partido, no sé lo que pensaría otra gente, pero yo pensaba en una corrección del partido socialista en un momento que, al acabar con los años de Pujol, parecía que tendríamos un periodo de una cierta tranquilidad en que se rebajaría la presión nacionalista. Y el PSC en lugar de hacer eso se alió con Esquerra Republicana y todavía fue peor. Es un '¿no querías caldo? Pues tres tazas'. Mi idea y la de otras personas era reconducir el discurso que estaba haciendo el partido socialista rescatándolo del nacionalismo etnicista que se veía venir en aquellos momentos.

¿No reconoce a la criatura por los pactos con Vox, por no facilitar el Gobierno al PSOE, por su estrategia en Catalunya...?

No quiero ni descender a esto porque es que no les entiendo. El abandono de la socialdemocracia no lo entiendo. Me parece que nadie de los que se abrazan al liberalismo tiene demasiado claro lo que es el liberalismo. El liberalismo desde luego no es bajar el IVA o subirlo. La columna vertebral del liberalismo es el derecho constitucional y el derecho penal, cosa que no parece que le importe ni a Ciudadanos ni a nadie.

Y ese discurso presuntamente ilustrado, pues mire.... Es que incluso con la idea de la unidad de España. Es público y notorio que yo no soy independentista ni separatista pero es que hay gente que está hablando de la Constitución que parece la Jura de Santa Gadea. Solo falta el crucifijo del palo y el Cid con la Tizona. Bueno, pues tampoco es eso. Es un discurso francamente que a mí me resulta muy chirriante.

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