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Puigdemont se inclina por dejar su acta de diputado para que Turull no dependa de la CUP

Carles Puigdemont renunció este mes a su pretensión de ser reelegido en favor de la candidatura de Sànchez

Arturo Puente

Carles Puigdemont sopesa dejar su acta de diputado en el Parlament, su última conexión física con la política catalana. Según fuentes cercanas al president cesado, en las últimas semanas ha meditado la opción pero sería ahora cuando más cerca estaría de hacer efectiva su decisión. El objetivo es doble. A corto plazo, facilitar la investidura de Jordi Turull, tras constatar que el Supremo no permitirá a Jordi Sànchez convertirse en president. A largo, librar a su sucesor de la pesada losa que él padeció al depender de la CUP durante toda la pasada legislatura.

La renuncia al acta tendría, sin embargo, algunos condicionantes. En primer lugar, sería el último de los escenarios, solo si es la única forma de garantizar la investidura. En segundo lugar, lo haría solo ante la seguridad de que el exconseller de Salud y diputado de ERC Toni Comín, que permanece, como Puigdemont, en Bélgica, hace lo mismo: el nuevo candidato independentista necesita de ambas renuncias para ser investido sin el apoyo de la CUP.

Ambas cuestiones podrían retrasar varios días la decisión de Puigdemont, quien además viajará a Finlandia el próximo jueves hasta el sábado. “A mí nadie me ha pedido que deje el escaño, me piden que delegue el voto”, aseguró Puigdemont el pasado fin de semana desde la ciudad suiza de Ginebra.

En efecto, la CUP se niega a prestar ninguno de sus cuatro escaños para una investidura con el actual programa, que ven poco rupturista, y reclama que el Parlament permita el voto de los dos diputados que se encuentran en Bélgica, Puigdemont y Comín, desobedeciendo así el reglamento.

Sin embargo, esta fórmula dejaría la investidura a merced del más que probable recurso ante el Constitucional, que suspendería el nombramiento. Es esta situación, en la que al bloque de JxCat y ERC le faltan exactamente dos votos para investir a su ya tercer candidato, la que ha empujado a Puigdemont hacia una decisión que, en principio, rechazaban tanto él como su grupo. “Confiamos en no tener que llegar a este escenario porque la CUP acepte dar dos votos afirmativos”, aseguran fuentes de JxCat. Algo que los anticapitalistas consideran más que improbable.

“Podría ser, pero no está decidido que Puigdemont deje su acta”, explica un colaborador del president cesado, que remacha: “Lo que sí está decidido es no depender de la CUP”. El cálculo que se ha ido imponiendo tanto en JxCat como en ERC es que, antes o después, el Govern de coalición que formen entre ambos necesitará de la suma de sus 66 escaños para no depender de los anticapitalistas, que en el ciclo pasado dieron más de un disgusto a JxSí por su negativa, por ejemplo, a aprobar sus presupuestos.

Los anticapitalistas dejaron claro este martes que su posición no variaría si no hay una propuesta de cambio sustantivo del programa de legislatura. Además descartaron convocar a sus bases y a sus órganos de decisión en los próximos días. Fuentes de ERC y JxCat se muestran convencidas, pese a eso, de que habrá investidura en Semana Santa. Representantes de la lista de Puigdemont y de la CUP se han vuelto a reunir en la tarde de este martes en los despachos del Parlament, lo que muestra que las líneas de comunicación no están rotas.

La cuadratura del círculo pasaría por que la renuncia que Puigdemont tantea se oficialice. Pero no solo. Toni Comín debería seguir sus pasos, algo que no está garantizado por ser una decisión personal. De hecho, fuentes de ERC reconocen haber perdido el control sobre el conseller cesado, con el que la relación es mala cuando no inexistente. Con todo, fuentes del entorno de Puigdemont reconocen que el vínculo entre president y conseller cesados es estable, por lo que coordinar las renuncias no es imposible.

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