La revelación del saqueador confeso del Palau de la Música Catalana, Fèlix Millet, de que Ferrovial pagó comisiones a CDC a través de la institución que él presidía, ha agitado este miércoles el Parlament, que se encontraba en plena sesión de control mientras Millet declaraba en el juicio. Las revelaciones del hombre clave en el caso Palau han hecho que la oposición al completo saliera a reclamar responsabilidades.
Las miradas de los grupos se han dirigido tanto contra el Govern como contra uno de los partidos que forma parte de él, el PDECat. Pero, con especial inclemencia, los diputados se han fijado en Artur Mas y su entorno más cercano. Quien fuera responsable del partido durante el presunto cobro de comisiones por vía de la institución cultural, hoy expresident, no acaba de abandonar la escena política catalana. Al contrario, se haya en pleno lanzamiento internacional sin descartarse como futuro candidato de su partido.
En este contexto, Ciutadans, el principal partido de la oposición, se ha adelantado registrando, casi al tiempo que se producía la confesión, una petición de comparecencia de Mas y Puigdemont en el Parlament. Antes, durante la sesión de control, Inés Arrimadas había preguntado a Puigdemont por qué este miércoles no habían acudido ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya como hicieron cuando Artur Mas fue a declarar por el 9-N.
A la petición de responsabilidades al expresident se ha sumado el líder socialista, Miquel Iceta, que ha recordado que “quien era el líder de CDC entonces es hoy el líder del PDECat”. Por ello ha reclamado que el partido asuma sus responsabilidades políticas y, al propio Artur Mas, que dé explicaciones. Iceta ha recordado que en sede parlamentaria el entonces president de la Generalitat aseguró que no había habido irregularidades en Convergència, por lo que le ha acusado de mentir en sede parlamentaria.
En similar dirección se ha mostado Joan Coscubiela, de Catalunya Sí que es Pot, quien ha remarcado la continuidad entre el PDECat y Convergència. A su entender, los líderes de Convergència deben responder por la corrupción del antiguo partido, sobre todo si también están actualmente en el PDECAt. Es decir, Artur Mas y su entorno. Según el de Iniciativa, la confesión de Millet revela “lo ya conocido, una práctica de corrupción generalizada”.
La CUP extiende el cerco a no imputados
También la CUP, principal apoyo del Govern en las cuestiones principales, ha marcado en corto a Puigdemont en el turno de preguntas. La diputada Anna Gabriel ha cuestionado al president por las medidas que está llevando a cabo su gobierno para evitar que casos de corrupción se produzcan, tras asegurar que “de les 51 medidas contra la corrupción que anunció Mas en febrero de 2013 solo se ha cumplido el 7%”.
La cupaire además ha reclamado al president que no “flirtee con personas señaladas por corrupción, estén imputadas o no, como algunas que hay en esta Cámara”. El disparo a diana difusa de Gabriel ha causado revuelo entre las filas de JxSí, entre las que se encuentra el diputado Germà Gordó, cercano al propio Mas y que ha ocupado portadas en el último tiempo, señalado por la supuesta investigación policial en torno al caso del 3%.
Puigdemont ha afeado a Gabriel no respetar los procesos judiciales. “Yo no banalizaré el concepto de presunción de inocencia como usted ha hecho”, le ha asegurado, tras asegurar que su gobierno es ejemplo de limpieza. “La primera medida contra la corrupción es no tener casos de corrupción”, ha asegurado Puigdemont, que también ha señalado al control parlamentario, la transparencia y la apertura de datos como elementos de su receta contra las malas prácticas.
ERC siente “asco” pero no carga contra CDC
Menos claro ha sido el papel de ERC ante las incendiarias revelaciones en el juicio por el caso Palau. El portavoz de la formación, Sergi Sabrià, ha comparecido pasado el medio día para remarcar que su partido siente “asco” de que practicas así puedan haber ocurrido. “La exigencia de ERC es muy alta respecto a la corrupción, y mantendremos esta exigencia para el conjunto de los partidos”, ha asegurado Sabrià.
Pese a este rechazo, el portavoz ha esquivado la pregunta de si reclamarán responsabilidades a CDC o de si apoyarán la petición de comparecencia de Artur Mas respecto al caso. “Pedimos para Convergència lo mismo que para el resto de los partidos”, se ha limitado a apuntar.