Del cajero automático a gritar “bomba” en la Rambla: el 17-A del terrorista que condujo la furgoneta
12:50 h. del 17 de agosto de 2017. Younes Abouyaaqoub, gafas de sol en la cabeza, viste un polo de rayas blancas y oscuras y realiza una operación con su tarjeta en una sucursal bancaria de Parets del Vallès, un pueblo a 20 kilómetros de Barcelona. Menos de cuatro horas después, este joven causa el pánico al atropellar a 13 personas en la Rambla de la capital catalana. Logra escapar, cruzándose antes con un turista, al que le grita que lleva una bomba, y hasta con un mosso d'esquadra a la salida del mercado de la Boqueria.
El sumario del caso, de cuyo contenido ha informado en primer lugar La Vanguardia y al que ha tenido acceso este diario, describe cómo fue el 17 de agosto de Abouyaaqoub, principal verdugo de la célula terrorista de los atentados de Barcelona y Cambrils. Ese día Abouyaaqoub fue visto en Ripoll por la mañana por una pareja, aunque no quedó registrado por ninguna cámara. De lo que hay absoluta constancia documental es que al mediodía se encontraba ya en el área metropolitana de Barcelona, en el cajero de Parets de donde saca dinero.
La siguiente cámara que lo capta ya es en la Rambla. Se trata de una cámara de tráfico de la Guardia Urbana de Barcelona, que a las 16:37 graba cómo la fatídica furgoneta Fiat Talento blanca, matrícula 7086 JWD, alquilada un día antes en Sabadell, accede a La Rambla proveniente de la calle Pelai. Faltan escasos minutos para que empiecen los atentados.
Dieciséis minutos después, Abouyaaqoub ya ha perpetrado la matanza. El atropello terrorista, según consta en uno de los informes del caso, finalizó pasado el mercado de la Boqueria “como consecuencia de la imposibilidad de continuar la marcha debido a la gran cantidad de personas atrapadas en los bajos del vehículo”. Los propios cuerpos que había atropellado impidieron llegar al terrorista hasta el monumento de Colón.
Pese a que no podía seguir avanzando, las imágenes muestran la intención Abouyaaqoub de seguir atentado contra la vida de los paseantes de la Rambla. Intenta dar marcha atrás al vehículo, pero “desiste finalmente al ver que no podía desembarazarse posiblemente por avería en el vehículo”, indica un informe de los Mossos d'Esquadra.
Viéndose atrapado, pasan 13 segundos hasta que el terrorista baja de la furgoneta. “Viste camiseta de color clara a rayas, pantalón largo oscuro, calzado de color blanco y negro y gafas de sol”. La policía no tiene dudas: es Abouyaaqoub, que no huye del terror de la Rambla como el resto de personas, sino que sube el paseo dirección plaza Catalunya.
Nada más salir de la furgoneta, se encuentra con un turista italiano, que prestó declaración el mismo 17-A ante los Mossos y aseguró que el terrorista se le acercó a grito de “bomba, bomba”, con una evidente amenaza de que llevaba un chaleco explosivo adosado a su cuerpo. El terrorista movió además las manos para zafarse del turista.
Una vez se ha quitado de en medio al turista, desde el cruce de la Rambla con la calle Hospital, Abouyaaqoub, sube en 37 segundos hasta el mercado de la Boqueria, “un recorrido que caminando sería de unos dos minutos”, indican los Mossos d'Esquadra en un informe.
A las 16:54 h., se puede observar como el individuo accede corriendo al mercado de la Boqueria. Camina a paso ligero, con las gafas de sol puestas pese a tratarse de un espacio cubierto, y sigue luciendo su reloj negro en la muñeca izquierda. Un minuto después sale del mercado, en dirección a la calle del Carme. En la plaza de la Gardunya es donde se encuentra con un mosso, con el que se cruzan la mirada. Según declaró el agente, el terrorista tenía un gesto de satisfacción y caminaba rápido.
Los agentes todavía no sabían quién era ese joven y se dirigían a la Rambla para socorrer el mayor número posible de heridos. Dirección opuesta a la del terrorista, que acabaría abatido en unos viñedos de Subirats cuatro días después tras ser identificado por un vecino, que recordaba su cara gracias a la difusión de su imagen que se hizo después de los atentados. En su huida, el mismo día 17, mató de una puñalada al joven Pau Pérez en la Diagonal de Barcelona, para robarle el coche.
El terrorista no fue localizado hasta el día 21. En el sumario se detalla cómo los Mossos dieron con él. A las 15:36 h., la sala de coordinación policial recibió la llamada de un testigo de la pequeña población de Subirats que cree que ha visto a Abouyaaqoub. 35 minutos después, una patrulla de seguridad ciudadana de Vilafranca localiza al terrorista.
Los agentes le dan el alto, pero el joven yihadista hace caso omiso y segundos después se gira contra la patrulla gritando “allah hu akbar”, el grito para inmolarse. Ante el grave e inminente peligro para su vida, los agentes abatieron al terrorista. El robot de los TEDAX comprobó minutos después que el cinturón de explosivos que llevaba Abouyaaqoub era falso. Las armas que llevaba encima en el momento de morir eran tres cuchillos de cocina.