No ha habido sorpresas en la votación sobre la adhesión de Barcelona a la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI). Después de un debate con referencias constantes al 27-S, la formación del Gobierno, Barcelona en Comú, se ha abstenido. Una posición que ha impedido la mayoría absoluta necesaria para que la capital de Catalunya pase a formar parte de la AMI. Una posibilidad que la alcaldesa Ada Colau no descarta revisar más adelante, “en un debate más tranquilo”, en alusión al contexto preelectoral actual.
La propuesta de adhesión ha contado con los 17 votos a favor de CiU, ERC y la CUP y los 12 votos en contra de Ciudadanos, el PSC y el PP. Una mayoría simple, pero inferior a los 21 concejales que marcan la mayoría absoluta. La concejala de Unión, Sònia Recasens, también ha preferido abstenerse, y ha sumado su abstención a las 11 de los concejales de Barcelona en Común, que han sido claves para el desenlace de la votación. El presidente de la AMI, Carles Puigdemont, había planteado que, si la votación no se ganaba por mayoría absoluta, Barcelona sea miembro observador de la asociación, una opción que, según Colau, “se estudiará”.
En nombre del equipo del Gobierno, ha tomado la palabra el abogado Jaume Asens, que ha recordado que el debate no era sobre la independencia. “Hoy estamos discutiendo el ingreso a una asociación determinada”, dijo antes de tachar de “conservadora” a la AMI, partidaria “de la Catalunya de Cambó” y no de la Catalunya popular en la que cree BComú. Asens, que ha insinuado que la AMI era una organización al servicio de CDC, dijo que si realmente los grupos demandantes querían ganar la votación, la habrían solicitado en otro momento, y les ha acusado de hacerlo “con una finalidad partidista”.
Xavier Trias ha insistido el momento histórico que vive Catalunya haciendo referencia al 11-S y el 27-S. “Nuestra obligación como capital es dar respuesta a los anhelos de tanta gente”. El hasta hace unos meses alcalde ha cargado contra BComú y pidió que sus concejales clarifiquen su posición ante la independencia: “Si quieren hacer una consulta, explíquense antes”.
El líder de ERC, Alfred Bosch, ha recordado que “el veredicto político será claro en Barcelona aunque no tengamos la mayoría absoluta” y ha sido especialmente crítico con Colau, a quien le dijo que había perdido su confianza. “Cuesta creer que algunos que propugnan cambios radicales no se pronuncien”.
Por parte de la CUP, Maria Rovira, ha centrado su intervención en la crítica del ayuntamiento para ordenar la Guardia Urbana que persiga los manteros. Una cuestión que no le ha impedido lamentar la falta de claridad del equipo municipal en relación con la independencia, a quien acusó de impedir de abordar un debate a fondo sobre esta cuestión.
La representante de Ciudadanos, Carina Mejias, ha insistido en que Barcelona no es un “instrumento para la independencia”. Y ha tachado de “fraude democrático” la posibilidad de que Barcelona entre en la AMI, en alusión a la “pluralidad” que salió reflejada el 24-M en el consistorio. En el mismo sentido, se ha pronunciado el representante del PSC, Jaume Collboni, que ha lamentado “el uso partidista” de la AMI “una entidad de parte”. También desde el PP, Alberto Fernández Díaz, ha dicho que Barcelona no debe ser “una pieza más del puzzle independentista”.
Hoy por hoy, la AMI cuenta con el 80% de los 900 municipios catalanes que se han adherido desde 2011. Sin embargo, la entidad sólo cuenta con una capital de provincia, Girona. Y es que ni Barcelona, ni Tarragona, ni Lleida forman parte. Tampoco otras grandes ciudades catalanas como L'Hospitalet o Badalona -segunda y tercera ciudad en población de Catalunya-, que han e votar pronto en sus respectivos plenos municipales. Sí lo han hecho, por el contrario, Terrassa y Castelldefels, que curiosamente han contado con el apoyo de alcaldes socialistas.