El Ayuntamiento de Barcelona ha acordado suspender oficialmente durante un año la concesión de licencias de todo tipo de alojamientos turísticos en la ciudad, como paso previo a la creación de un Plan Especial de Regulación del sector, ha informado el consistorio en un comunicado. Con esta decisión, el Ayuntamiento ha paralizado la emisión de licencias de hoteles, aparthoteles, apartamentos turísticos, pensiones, hostales, viviendas de uso turístico, residencias de estudiantes y albergues juveniles. El Boletín Oficial de la Provincia de Barcelona (BOPB) ha publicado hoy jueves este acuerdo de suspensión.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, comparecerá esta mañana junto a la teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz, y el regidor de Ocupación, Empresa y Turismo, Agustí Colom, para explicar y precisar las razones de esta medida. El Ayuntamiento señala que quiere abrir un proceso de reflexión y participación para elaborar un Plan Especial de Regulación de Alojamientos Turísticos, que “establecerá los criterios para una gestión global de los alojamientos y del turismo que permita preservar la calidad de Barcelona como destino turístico”.
Asimismo, el gobierno municipal pretende asegurar “que esta actividad no represente ninguna fuente de conflicto con los vecinos y vecinas de la ciudad”, con el fin de “garantizar la calidad de vida de los ciudadanos y evitar alteraciones del orden público”. “El objetivo final es obtener una radiografía fija del parque de alojamientos turísticos en la ciudad que permita evaluar y diagnosticar la oferta existente y el impacto social que tiene sobre el acceso a la vivienda, ocupación del espacio público, movilidad, diversidad de usos y producción y gestión de residuos”.
El ayuntamiento dice querer escuchar a todos los actores involucrados en el sector y asegura que también tendrá en cuenta las experiencias de otras ciudades turísticas europeas, además de recoger propuestas surgidas de reflexiones previas, como el Pacto Local para la gestión de un turismo responsable y sostenible.
La previsión es tener a punto una propuesta inicial del Plan Especial de Regulación de Alojamientos Turísticos durante el primer trimestre de 2016 para “crear un marco normativo que proteja el turismo, tanto desde la vertiente del visitante como del ciudadano”.
El consistorio añade que debe aprovecharse la riqueza que produce el turismo en la ciudad, equivalente a un 14% del PIB, haciéndolo compatible “con el día a día ciudadano e impedir que genere externalidades negativas, como problemas de convivencia, alteración del tejido social y económico de barrios enteros y la banalización o saturación del paisaje urbano”.
El ayuntamiento tendrá en cuenta las iniciativas “que favorezcan un reparto equitativo de los beneficios del turismo en los 73 barrios de la ciudad, así como medidas para descongestionar las zonas sometidas a una presión ambiental y social mas grande”.