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Podemos y Ciudadanos libran en Catalunya su única batalla por el primer puesto

Pablo Iglesias y Ada Colau se abrazan en un mitin de En Comú Podem en L'Hospitalet

Arturo Puente

En la batalla que libran Ciudadanos y Podemos por alcanzar la tercera e incluso la segunda posición en las generales del 20-D, el escenario catalán se ha convertido en crucial para la estratégica de ambos. Catalunya es el territorio donde los emergentes tienen más posibilidades de hacerse con la primera posición, una situación que daría al ganador no solo un triunfo moral sino una importante porción de la suculenta tarta de 47 diputados que se reparten en la comunidad, la segunda en número de diputados por detrás de Andalucía.

La gran aspiración de los emergentes es sobrepasar al bipartismo tradicional, una tarea que se les está haciendo cuesta arriba en el panorama estatal pero que ya han conseguido en otras citas electorales en Catalunya. Mientras que PSC y PP han retrocedido drásticamente en los últimos años en la comunidad catalana, tanto en las municipales como en las pasadas autonómicas las marcas emergentes demostraron buena forma. Así, candidaturas donde Podemos participaba obtuvieron la alcaldía de Barcelona o Badalona, y los de Rivera se consolidaron el 27-S como la formación más importante de la oposición, con 25 diputados frente a los 16 del PSC y los 11 del PP.

Las últimas encuestas van más allá y reflejan que en estas generales los emergentes también tendrían al alcance de la mano vencer sobre los partidos independentistas. Según los sondeos, DiL y ERC podrían repartirse en torno a 18 diputados en Catalunya, mientras que En Comú Podem y Ciudadanos aspirarían a ente 10 y 11 y 9-10 respectivamente. Las diferencias son mínimas, pero la pujanza de los emergentes en Catalunya es tal que los independentistas han pasado al ataque frontal contra ellos en la recta final de campaña.

Iglesias en L'Hospitalet, Colau en Madrid

Fruto de esta favorable situación es la decidida apuesta de Iglesias por la comunidad catalana, que el líder de Podemos ha visitado 2 veces para dar apoyo a su candidatura hermana de En Comú Podem. Xavier Domènech ha estado respaldado por Iglesias y Colau en los actos de L'Hospitalet y Badalona, mientras que el presidenciable ha acudido a otros dos foros en solitario.

No menos importante que la presencia del candidato de Podemos en Catalunya es la de Colau en los mítines de la formación en el resto de España. La presencia de la líder de Barcelona en Comú dibuja el mapa en el que Podemos tiene puestas sus aspiraciones. A nivel estatal, grandes capitales como Madrid y Valencia, una ciudad donde Colau cerrará la campaña acompañando a Iglesias. En Catalunya, antiguos feudos del PSC, como Badalona, L'Hospitalet y Nou Barris, donde la prioridad de los de Domènech es no ceder ni un palmo frente al empuje de Rivera.

Nou Barris es un enclave representativo en la lucha cuerpo a cuerpo entre ambos partidos. El distrito obrero de tradicional voto socialista actuó como cimiento de la victoria de Colau en las municipales barcelonesas, mientras que en las pasadas autonómicas fue el único distrito de la capital en decantarse mayoritariamente por Ciudadanos, donde Arrimadas ganó por 5.000 votos a Junts pel Sí. Algo similar a lo que pasó en Badalona, donde en las municipales la marca de Podemos quedó segunda, lo que le permitió acceder a la alcaldía, mientras el 27-S Ciutadans ganó la batalla de los emergentes colocándose en tercera posición.

La alcaldesa ha sido además el más visible ariete de Podemos contra Ciudadanos. “Lávese la boca antes de decir sí se puede”, espetó Colau a Rivera en el mítin de Madrid, tras acusarles de ser el recambio del PP y de no haber “luchado en la calle”. En Ciudadanos respondieron por boca de su candidato catalán, Juan Carlos Girauta, quien acusó a Podemos de coaligarse con “los amigos de ETA” y a Colau de “vivir de las subvenciones públicas”.

Rivera delega en su feudo

Ciudadanos eligió Nou Barris como escenario de una de las dos visitas de Rivera a Catalunya. Para la segunda, Tarragona, otra de las ciudades donde la formación ha obtenido mejores resultados durante su andadura catalana. El único aspirante catalán a la presidencia ha optado por los mítines en terreno seguro y por una presencia discreta en su tierra, habiendo fiado la conservación del feudo al número uno Juan Carlos Girauta y a la líder autonómica Inés Arrimadas, en su papel de jefa de la oposición.

Ciudadanos aspira a repetir el esquema tradicional del voto dual en Catalunya mediante el que el PSC conseguía el segundo puesto en las autonómicas y el primero en las generales. A diferencia de Podemos, para los que el escaño en Lleida se antoja complicado, los de Rivera aspiran a ser la única formación estatal que obtenga representantes en las cuatro provincias catalanas. Pero eso no les será suficiente para quedar primeros. La formación tendrá que volver a demostrar su dominio en la provincia de Barcelona, donde se reparten 31 de los 47 asientos, y donde los naranjas aspiran a llevarse más de 6.

La victoria entre los emergentes volverá a decantarse en la corona metropolitana, dependiendo de si ésta se comporta como en las elecciones municipales o cómo en las autonómicas. A diferencia de aquellos comicios, Podemos cuenta en esta ocasión con el apoyo de la alcaldesa de Barcelona, un factor que podría empujar la balanza definitivamente del lado de los morados.

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