La bronca política en Catalunya sube el tono tras dos días de actos en recuerdo del 17A
Después de algo más de 48 horas con un programa plagado de actos de diferente signo en conmemoración de los atentados del 17 de agosto en La Rambla y Cambrils han sido suficiente para volver a disparar la tensión política en Catalunya. Pese al intento de la mayoría de las instituciones por evitar que la confrontación enturbiara la fecha, finalmente la escalada de declaraciones y protestas encontradas ha culminado en un choque verbal entre el presidente del PP catalán, Xavier García Albiol, y el president Quim Torra en el acto de este sábado en Cambrils.
En un momento del acto por las víctimas, Albiol ha interpelado a Torra, viviéndose unos momentos de intercambio contundente de palabras, que ha acabado ensombreciendo la inauguración de una placa conmemorativa. El diputado en el Parlament ha afeado al jefe del Govern unas palabras pronunciadas el viernes en el acto alternativo que el independentismo celebró en la prisión de Lledoners, donde Torra afirmó: “No vamos a defendernos, vamos a atacar a este Estado injusto”.
“Era un momento de recogimiento, de silencio y de acompañar a las víctimas, creo que no era el momento para interpelarme”, ha valorado Torra posteriormente, en declaraciones a TV3. Pero lo cierto es que, en el acto del viernes, los representantes independentistas no ahorraron dardos contra las instituciones del Estado. Allí, además de las palabras de Torra, la representante de los bomberos, Patrícia Nubiola, no dudó en afear “las interferencias del CNI” y a acusar al rey de “traficar con armas”.
Precisamente mientras el independentismo congregaba a las principales de sus primeras espadas en el homenaje a los servidores públicos, representados por el encarcelado exconseller de Interior Quim Forn, la Delegación del Gobierno en Catalunya elevaba una queja por una de las protestas que se había visto en la ceremonia oficial de la mañana.
Desde el Gobierno se dirigieron tanto a los Mossos como al Ayuntamiento de Barcelona para reclamarles responsabilidades por no haber retirado una pancarta aparecida en los laterales de la plaza Catalunya que afirmaba, en inglés, “el rey español no es bienvenido a los países catalanes”. Al parecer del Gobierno, su instalación podía afectar a la seguridad de las autoridades presentes en el acto, algo que los Mossos aseguraron haber descartado la noche anterior.
Pese al choque por la pancarta, la temida protesta contra el rey en la ceremonia oficial no llegó más allá, logrando evitar la pitada como las instituciones perseguían. Sí se vivieron, en cambio, protestas de signo contrario, cuando diversos grupos en el público exhibieron banderas españolas y lanzaron vivas al rey. Algunos de los presentes, incluso, llegaron a increpar a la conductora del acto, Gemma Nierga, por expresarse en catalán, algo que suscitó las posteriores quejas de Nierga.
Pero la bronca política de estos días no se ha circunscrito a las protestas de uno u otro signo. Los representantes políticos también han avivado las llamas, comenzado por el acto que la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas celebró el jueves, con la presencia de representantes de Ciudadanos, PSC y PP, en la que el presidente de la entidad, José Vargas, aseguró que la alcaldesa Colau “se siente más a gusto recibiendo a terroristas” que a las víctimas.
También este sábado desde las filas del PP utilizaban el cruce de declaraciones con el independentismo para cargar contra el Gobierno de Pedro Sánchez. Después de las declaraciones de Torra sobre su intención de “atacar” al Estado, Pablo Casado exigía al Gobierno una respuesta ante la amenaza. “Que explique qué mecanismos jurídicos, constituciones o administrativos van a hacer para que no se tolere ese tipo de manifestaciones”, ha reclamado el presidente del PP poco después del acto de Cambrils.