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Carles Puigdemont marca el referéndum y el fin de la austeridad como objetivos de su legislatura

El omnipresente procés soberanista cada vez lo es menos en el debate público catalán. El discurso del president de la Generalitat, Carles Puigdemont, en el debate de política general de este miércoles así lo ha certificado, cuando de casi 100 minutos de intervención la cuestión nacional apenas ha asomado con claridad en los últimos 10. Si el de JxSí apuntó la semana pasada hacia el referéndum como el gran objetivo de su legislatura, este miércoles ha puesto en primer plano la recuperación de las políticas sociales y el fin de la austeridad.

Para ambos objetivos Puigdemont mira a la CUP, a quienes les ha reclamado que no tengan “vergüenza” al coincidir con JxSí, pero también a otros grupos, como CSQEP. De hecho, con ambos grupos negocian a estas horas las propuestas de resolución sobre el referéndum que probablemente serán aprobadas este jueves. Según han adelantado fuentes de los grupos, el pactado con los anticapitalistas será un texto que hable de celebrar un referéndum “como muy tarde en septiembre”. Mientras, con la marca de Podemos, ICV y EUiA se intenta consensuar una posición conjunta para reclamar al Estado una negociación sobre el derecho a decidir.

En el capítulo del fin de la austeridad, el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha anunciado este miércoles que en 2017 la administración catalana lanzará una oferta pública de 7.000 nuevas plazas de trabajo. Esta oferta, condicionada a la aprobación de nuevos presupuestos, sería la primera de este volumen que se hace en Catalunya en los últimos años, después de que el año pasado se abrieran 1.230 nuevas plazas tras años de sequía total.

Según ha detallado, los nuevos puestos se repartirán: 2.500 de ellos en sanidad, 2.000 en educación, 500 mossos o 300 de personal tributario. La oferta de nuevas plazas funcionariales ha sido una de las propuestas concretas más destacadas del líder catalán, en un discurso en el que ha dibujado los retos de la administración poniendo del acento en la aprobación de las nuevas cuentas.

Un referéndum “para el 80%”

Desde el grupo de Catalunya Sí que es Pot tomaron la palabra del president cuando aseguró, la semana pasada, que se centraría en buscar un pacto con el Estado para el referéndum. El líder de Podem, Albano-Dante Fachin, ha reclamado “un referéndum para el 80%”, en referencia al porcentaje soberanista que suponen algunas encuestas, es decir, un referéndum vinculante y reconocido. En esta línea irá la propuesta de resolución que el grupo izquierdista presente el jueves, y que esperan poder pactar, al menos, con JxSí.

La voluntad de acuerdo por ambas partes no ha evitado que Fachin y la también diputada de Podem Angels Martínez Castells, con la que se ha repartido el tiempo de intervención, pasaran a la oposición más beligerante en materia social. Martínez ha echado en cara al president una visión de Catalunya “como el país de las maravillas”, y ha repasado proyectos como el BCN World, para preguntarle por el modelo del país independiente que propone. Fachin también le ha recordado el último informe Bofill, que deja a Catalunya como el territorio europeo de los analizados con una inversión en educación más baja en relación con su PIB.

La oposición acusa a Puigdemont de triunfalismo

La jefa de la oposición, Inés Arrimadas, ha calificado el discurso de Puigdemont de “triunfalista” y “desconectado” de la realidad catalana. La de Ciutadans ha reprochado la gestión del Govern de las políticas activas de empleo, alegando que Catalunya tiene peores datos de creación de empleo, además de las prioridades de gasto, que considera enfocados a la independencia. “¿Usted prefiere más embajadas para el conseller Romeva o primar a los autónomos?”, le ha preguntado.

En un discurso clásico de los naranjas, en el que se han mezclado criticas al independentismo con cargas contra el supuesto gasto superfluo del Govern, Arrimadas ha echado en cara la falta de autocrítica del jefe del Ejecutivo, que ha pasado de puntillas sobre asuntos como la deuda o la cohesión territorial. “Hay más diferencias entre provincias catalanas que entre Catalunya y otras comunidades. ¿Eso también es culpa de España”, le ha lanzado. El hilo conductor de Arrimadas ha sido señalar el Govern de JxSí como continuista respecto al de Artur Mas.

Por su parte, el líder del PSC, Miquel Iceta, ha reconocido los problemas del Govern debido a la “falta de herramientas y restricciones presupuestarias”, pero pese a eso ha asegurado que Puigdemont gobierna mal porque “no fija bien las prioridades”. “Ha preferido no aprovechar bien las herramientas, entre otras cosas porque así se va nutriendo el imaginario independentista”, ha asegurado. Según ha afeado el del PSC, el Govern ha dejado de impulsar una reforma fiscal para recuperar ingresos y ha preferido hacer recortes e incurrir en deuda “que no se ha traducido en más bienestar”.

Por esta razón, Iceta ha reclamado a Puigdemont que se olvide del referéndum pactado, que ha asegurado ver como “muy improbable”, y se centre en “luchar de forma seria en luchar contra la desigualdad”. Entre sus propuestas, la renta garantizada, la firma de convenios con compañías suministradoras para evitar cortes de luz por pobreza, o recuperar las ayudas para acceder a residencias. “Si esperamos a la independencia para hacerlo encontraremos una sociedad rota”, ha asegurado el socialista.

La CUP mantiene su apuesta por modificar el IRPF

“¿Quién se opone a que los ricos paguen más?”, se ha preguntado el diputado de la CUP, Benet Salellas, que ha esgrimido la última encuesta del CEO que afirma que el 75% de los catalanes están de acuerdo con una subida para los tramos más altos. La CUP se ha reafirmado en su apuesta por modificar los tramos del IRPF para hacerlos más progresivos, además de otras figuras como sucesiones y pensar un impuesto a la riqueza a imagen del impuesto en Gipuzkoa bajo el gobierno de Bildu.

Según ha asegurado su compañero de formación, Albert Botran, “la responsabilidad de no haber alcanzado un acuerdo sobre los anteriores presupuestos es culpa de ambos”, dejando claro que la negociación de las próximas cuentas no será más fácil. Sin embargo, los anticapitalistas han mostrado su voluntad de total sintonía con los planes de Puigdemont de celebrar un referéndum. “Esta debe ser la legislatura de la autodeterminación, en la que estamos de acuerdo 83 de los 135 diputados”, ha asegurado Botran, en un guiño para mostrar a CSQEP su apertura a los pactos.

En su turno de réplica, el president ha enfriado las expectativas de la CUP y los demás grupos de izquierdas sobre introducir en las cuentas cambios para que las rentas altas paguen más IRPF. “Los problemas de Catalunya no se arreglan subiendo medio punto un impuesto”, ha afirmado. “El principal problema es el expolio fiscal”, ha zanjado.