Carles Puigdemont espera convocar “elecciones constituyentes” para después de la Diada de 2017

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha dicho este domingo que espera haber convocado unas “elecciones constituyentes” para la Diada del año que viene, en la que Catalunya, ha subrayado, se encontrará en el “tránsito entre la postautonomía y la preindependencia”.

Así lo ha afirmado en una rueda de prensa con corresponsales extranjeros en el Palau de la Generalitat, en la que ha calculado que, “a finales de julio” de 2017, el Parlament ya debería haber terminado los trabajos que se ha marcado la mayoría independentista de Junts pel Sí y la CUP para esta legislatura.

Preguntado por cuál será la fase en la que se encontrará el proceso soberanista en la Diada de 2017, Puigdemont ha subrayado: “Yo espero, porque es mi compromiso, que seamos capaces de hacer las cosas tan bien que yo ya esté en funciones”, porque se habrán convocado elecciones.

Puigdemont también ha explicado a los corresponsales que aprovechará su intervención en el debate de la cuestión de confianza del 28 de septiembre en el Parlament para plantear al Estado una propuesta de referéndum en Catalunya. El president ha dicho que la idea de hacer un referéndum sobre la independencia en los próximos meses se está “estudiando”, pero “de momento” lo que prevé la vigente hoja de ruta del Govern es celebrar unas “elecciones constituyentes” en 2017.

Pese a que el Gobierno central y las Cortes han rechazado en reiteradas ocasiones en los últimos años las peticiones catalanas para poder celebrar un referéndum con todas las garantías legales, Puigdemont ha asegurado que no tira aún la toalla: “Voy a insistir el día 28 en hacer una propuesta en este sentido a la política española”.

Si se terminan celebrando comicios en otoño de 2017, serían las cuartas elecciones catalanas en siete años. En otoño de 2010, Artur Mas recuperó la Generalitat para Convergència; en 2012, perdió 12 diputados y pactó con ERC; y en septiembre de 2015 Junts pel Sí no logró la mayoría absoluta y, tras tres meses de negociaciones, logró que la CUP invistiera a Carles Puigdemont a cambio de que Mas renunciara a ser president.