Catalunya pide al Estado que cree un fondo para que las autonomías aumenten la inversión en sanidad y evitar recortes

La Generalitat quiere un mecanismo de financiación extraordinaria por la crisis del coronavirus que no le vuelva a dejar prisionera del pago de intereses y deuda. Por esta razón el departamento de Economía reclama al Estado que cree un fondo especial para hacer transferencias directas a las autonomías, con el objetivo de que estas puedan hacer frente al obligado aumento de la inversión en sanidad y evitar recortes en otras partidas. Así lo ha explicado este jueves el vicepresident del Govern, Pere Aragonés, que ha considerado que en este momento hace falta poner en marcha una política “expansiva y de redistribución”.

Aragonés ha cifrado las necesidades de la Generalitat catalana en 4.000 millones en total. La mitad de ellos irían destinados directamente al departamento de Salut, que ha multiplicado sus gastos por la provisión de UCI, material sanitario y otros servicios especiales destinados a la pandemia del COVID-19. Otros 2.000 millones irían destinados a paliar la bajada de la recaudación por el parón económico que ha supuesto el confinamiento, así como el aplazamiento del cobro de impuestos que ha decidido el Govern.

El líder republicano y responsable de las finanzas catalanas ha asegurado que no tiene intención de llevar a cabo ningún recorte en los departamentos, ni lineal para el conjunto de ellos ni puntual. “No entraremos en medidas que lleven a este país a repetir errores”, ha asegurado en relación a los recortes efectuados en Catalunya entre 2010 y 2015, una imagen de la que ERC quiere huir a toda costa. A lo que sí ha abierto la puerta Aragonés es a una “reorientación de las prioridades” dentro de cada departamento, poniendo el ejemplo de la campaña de cultura para dinamizar el sector o la de la conselleria de Empresa, que ha pausado la campaña turística para dedicar esos fondos a otros sectores.

El Govern maneja dos escenarios económicos para los próximos dos años en Catalunya. El primero supondría un descenso del PIB del 7,6% para este año y una recuperación del 5,6% para 2021. Esa es la opción optimista, porque la pesimista hunde el producto interior hasta el 8,8% para 2020 y prevé una mejoría del 5,1% para el año siguiente. Además, la Vicepresidència calcula que pueden perderse hasta 220.000 puestos de trabajo, de los cuales en un año solo se recuperarían algo más de la mitad.

Ante estas drásticas previsiones, Aragonés defiende que será decisivo el papel que el sector público quiera jugar en esta crisis. “Si se opta por las recetas del año 2008, por los recortes y la obsesión por el déficit, la caída será mucho mas pronunciada”, ha asegurado el vicepresident. “Esto requiere hoy de una inyección del Banco Central Europeo, de mayor capacidad de endeudamiento y de mayores transferencias del Estado”, ha sostenido en rueda de prensa.

Por esta razón, la Generalitat reclamará que el Estado abra una vía de financiación extraordinaria para las Comunidades Autónomas, de corte contrario al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) diseñado por el Gobierno de Mariano Rajoy. Mientras que el FLA suponía el préstamo con intereses a las autonomías, la petición de Catalunya es que el nuevo fondo haga inyecciones directas, gracias a la capacidad de los estados de acudir a los mecanismos de liquidez del Banco Central Europeo. “Exigimos que sea vía transferencia, que no se tenga que devolver, de la misma forma que España pide a Europa que abra un fondo común para todos los países, una fórmula que apoyamos”, ha apuntado Aragonés.

Respecto a las modificaciones fiscales, el jefe económico del Govern ha descartado por ahora tener previsto hacerlas, ni para tratar de aumentar la recaudación ni para dar estímulos fiscales. Sobre la primera opción de aumentar los impuestos, Aragonés ha asegurado que esta misma semana ha entrado en vigor la ley de acompañamiento de los nuevos presupuestos, en la que se realizan cambios impositivos que aumentan la presión fiscal. Sobre la oportunidad de rebajar algunas figuras, como la de sucesiones, el vicepresident ha aducido que, en una situación de crisis, la Generalitat no puede prescindir de un impuesto que tiene un elevado impacto redistributivo. “No volveremos a cometer los errores que se cometieron en el pasado”, ha zanjado.