La cabeza de lista del PP por la provincia de Barcelona, Cayetana Álvarez de Toledo, se ha presentado este miércoles ante sus simpatizantes encarnando a las víctimas de la “xenofobia nacionalista”. “Parece que por no hablar catalán yo no tengo derecho a presentarme candidata por una provincia española. Cuando dicen eso demuestran que su proyecto es la cara amarilla de la xenofobia”, ha asegurado.
La candidata ha sido acompañada por el presidente del PP, Pablo Casado, en un acto celebrado en la capital catalana donde han dado el disparo de salida a la competición por obtener alguno de los 47 escaños que se reparten en la comunidad. Las opciones de Álvarez de Toledo son ajustadas, pero el partido cree que con ella al frente pueden maximizar los votos ante el empuje de Ciudadanos y la emergencia de Vox. Como contrapartida, Casado ha desbancado a Dolors Montserrat en Barcelona, aunque según ha dejado ver este miércoles, la exministra podría presentarse por Madrid.
Ante la concurrida platea, Álvarez de Toledo ha ensayado el repertorio con el que pretende convencer a suficientes catalanes para conseguir su asiento en la Cámara Baja. Para ello, la candidata ha loado a España como una “arquitectura solidaria desde hace siglos, un vínculo, una comunidad de afectos”. “España es una empecinada voluntad de vivir juntos los distintos”, ha resumido, “y eso tiene un valor moral, distintivo respecto a otras muchas naciones”.
Como ya había enunciado el día anterior, la candidata del PP cree que el “golpe” del independentismo catalán es peor que el 23-F. La razón, según ha explicado, es que a diferencia de Tejero, los golpistas catalanes tienen instituciones y medios de comunicación a favor, y políticos del PSOE que hablan de indultarlos. Sobre los votantes independentistas, Álvarez de Toledo considera que hay que “preguntarles por qué no quieren vivir con otros catalanes y con otros españoles”. Para la candidata del partido que asegura que “no hay sitio para todos los que quieran venir a España”, la respuesta es que los independentistas son xenófobos.
Cuidando con esmero sus fronteras electorales, la número uno por Barcelona ha cargado contra su directa rival de Ciudadanos, Inés Arrimadas, a quien ha reprochado no haberse presentado a la investidura en el Parlament. Para Vox también ha tenido, de quienes ha considerado que son “otra forma de renuncia y de desistimiento”. “No podemos tirar por la borda nuestra Constitución”, les ha recomendado.
“Para mí es un lujo tener a una patriota tan valiente como número uno del Congreso por Barcelona”, le ha dado la bienvenida Pablo Casado. Al parecer del candidato conservador a la presidencia del Gobierno, “Cayetana no viene a una provincia cualquiera”, puesto que en Barcelona los miembros de su partido reciben agresiones en la escuela, en sus casas o en las sedes. “Estáis dando la vida literalmente para salvaguardar los derechos y la Constitución española. Por eso admiro al PP en Catalunya”, les ha dicho emocionado.
Casado ha apelado además al voto útil, pese a ser Catalunya una autonomía donde su partido está muy por detrás de Ciudadanos en todas las encuestas. “No tiene sentido que los que se manifiestan juntos se dispersen en las urnas”, ha observado. Su propuesta, según ha dicho, es “moderada” y pasa por el “restablecimiento de la concordia y la legalidad”. Casado ha querido huir en Barcelona de la imagen de tener en el 155 su única propuesta, aunque según ha asegurado, “todos los artículos de la Constitución tienen la misma validez”
En ese sentido, el líder del PP ha desplegado toda una batería de medidas que, a su parecer, devolverían el imperio de la ley a Catalunya. Según ha indicado, el presidente del Gobierno puede tomar el control de los Mossos d'Esquadra a través de la ley de seguridad nacional, o puede “instar a la inspección a tomar medidas contra esos profesores que adoctrinan a nuestros niños”. Además, como cree que “se está malversando dinero”, lo que correspondería es que el presidente del Gobierno aplicase la ley de estabilidad para evitarlo. Por último, ha opinado que se debe aplicar la ley de acción exterior para cerrar las embajadas del Diplocat, pese a que esa norma habilita a que la Generalitat tenga oficinas exteriores.
Con este programa, que ha descrito como “de liberación, no de opresión”, Casado ha fustigado a Pedro Sánchez, a quien ha acusado de querer “volver a pactar con los que quieren romper España”. Pero también lo ha esgrimido ante esos votantes que podrían tener la tentación de no meter su papeleta en la urna, asegurando que el PP es el partido con más opciones de gobernar. “Los catalanes quieren saber que hay un Gobierno en España que defiende la ley y que no está al servicio de ningún proyecto de ruptura”, ha asegurado.