La política municipal barcelonesa siempre tiene dimensión catalana, pero más aún en plena precampaña de las elecciones al Parlament del 21D. La ruptura del acuerdo entre Barcelona en Comú y el PSC ha llevado a PP y C's a alinear a los 'comuns' en el bando independentista, e incluso a augurar un pacto de los de Colau con ERC para conquistar la Generalitat. La propia alcaldesa ha tratado de desmarcarse de los independentistas subrayando su rechazo a la vía unilateral.
Durante su extensa ronda mediática de este lunes, Colau ha negado que su formación esté allanando el camino hacia un pacto de corte independentista. Al contrario, la líder ha cargado contra los partidos del Govern aduciendo las consecuencias negativas que ha tenido la Declaración de Independencia, entre ellas el “impacto económico negativo”. Por ello, Colau ha asegurado, como ya hizo el sábado, que desea que los miembros del Govern cesados salgan de la prisión para “dar explicaciones”.
La alcaldesa además ha recordado que su formación se ha mantenido siempre y de forma nítida en la defensa del referéndum pactado, y ha circunscrito la decisión de sus bases al “viraje a la derecha” del PSC. “Todo el mundo sabe que no soy independentista”, ha asegurado Colau, en respuesta a las críticas que le han llegado de varios de los grupos de la oposición.
También sus ya ex socios del PSC ven el movimiento de los 'comuns' en la línea de un acercamiento a los independentistas. El jefe de los socialistas en Barcelona, Jaume Collboni, ve en la decisión una “lógica electoral” por parte de Colau, y asegura que la ruptura solo satisface “a los independentistas y al PP”. “Si buscas a la señora Colau siempre la encuentras al lado de los independentistas”, ha cargado la candidata de Ciutadans, Inés Arrimadas.
Los socialistas ya habían dejado ver con anterioridad que su salida del Gobierno municipal dificultaba alianzas en el Parlament. El primer secretario Miquel Iceta fue tajante antes de conocerse los resultados de la consulta interna de los 'comuns', asegurando que un ruptura “tendría consecuencias” tras el 21D más allá de la ciudad. La alcaldesa, en cambio, ha señalado en tono conciliador que buscará acuerdos puntuales con los socialistas en el Ayuntamiento. El primer teniente de alcaldía, Gerardo Pisarello, ya anunció que no buscarían acuerdos de Gobierno tras la salida de los de Collboni.
Pese a los intentos de Colau de distanciarse de los independentistas, los grupos municipales de ERC y el PDeCAT siguen cortejando a la alcadesa para que cuente con ellos a la hora de llevar sus planes en el plenario, donde, tras la crisis con el PSC, el gobierno de Colau vuelve a contar con sólo 11 concejales de 41. Este mismo martes el líder de ERC en el consistorio, Alfred Bosch, ha reiterado su ofrecimiento para pactar las políticas de la ciudad con los 'comuns' sin entrar en el gobierno.
Los 'comuns' entierran Catalunya Sí que es Pot
Lejos de la polémica por la expulsión del PSC del gobierno barcelonés, los 'comuns' continúan perfilando su estrategia para el 21D. Este fin de semana Catalunya en Comú ha presentado las listas con las que concurrirán a las elecciones, con la incorporación de los miembros que vienen del mundo de los 'comuns' más allá de las formaciones de la coalición.
La primera consecuencia tangible es el entierro de la fórmula de Catalunya Sí que es Pot (CSQEP), tanto en lo que hace referencia a los nombres, como en el tipo de candidatura e, incluso, en los matices del posicionamiento político. Así, según las listas presentadas, solo 3 de los 11 diputados de la antigua coalición de CSQEP repiten en las listas: Jéssica Albiach, de la dirección de Catalunya en Comú y miembro de la gestora de Podem, Marta Ribas, jefa de filas de ICV, y Joan Josep Nuet, de EUiA.
Sí se mantienen las cuotas de cada formación, reservando para ICV cinco puestos de salida, que incluyen los cabezas de lista de Lleida y Girona. Pero, a diferencia de la lista de CSQEP, la de Catalunya en Comú incluye también a miembros de Barcelona en Comú y de En Comú Podem sin adscripción previa, como el propio Domènech.
Esta es, de hecho, la diferencia más importante que dibuja la composición de la nueva candidatura. El control del grupo parlamentario salido de esta lista cambia de manos, del tándem formado por Lluís Rabell y Joan Coscubiela (independiente e ICV) al formado por Xavier Domènech y Elisenda Alamany (ambos 'comuns'). Después de renunciar a participar en la candidatura de CSQEP en las elecciones del 27S de 2015, ahora la mano derecha de Colau entrará definitivamente en el Parlament con grupo propio.