El escenario de investidura en el que están concentrados los partidos del Congreso no ha paralizado los movimientos de las izquierdas catalanas, que se mueven al ritmo que marca Ada Colau y su intención de convertir En Comú en un partido de confluencia permanente. La idea de los comunes de formar un nuevo sujeto político viene a desarrollar el espíritu de las candidaturas ganadoras en las elecciones municipales de Barcelona y en las generales en Catalunya, pero no ha caído igual en los diferentes espacios confluyentes de aquellas.
En el caso de Podemos, por un lado consideran que el proyecto de Colau es positivo, pero por otro quieren hacerlo a su manera y, sobre todo, con su propio calendario. El comienzo de la construcción del partido en plenas negociaciones sobre el gobierno español ha sido visto como inoportuno, sensación agravada por el actual estado de desorganización del partido en Catalunya. Según explican fuentes de Podemos, el proyecto del nuevo partido necesita más tiempo y más concurso del resto de formaciones, de lo contrario es “un pulso” a los demás por el control del espacio de izquierdas en Catalunya.
Según cree la cúpula de Podemos, en la que hay varios diputados catalanes y conocedores de la realidad catalana, la influencia de Colau en el escenario catalán es fuerte, pero se circunscribe principalmente a Barcelona y las dinámicas en el resto del territorio son diferentes. Esta idea es rechazada por fuentes de En Comú, que ponen en la balanza los resultados obtenidos por Catalunya Sí que es Pot en comparación con los de En Comú Podem, candidatura que llevaba la inconfundible firma de la alcaldesa de Barcelona.
Fachin se postula a secretario general
A la digestión del proyecto de los comunes por parte de Podemos no ha ayudado el surgimiento de una candidatura crítica con la dirección, de la mano del diputado de Podem Albano-Dante Fachin. Fachin lanzó esta semana su carrera hacia la secretaria general de Podem Catalunya, apoyado por el también diputado de Podem Joan Giner y un puñado de cargos locales de la formación. Esto ocurre cuando todavía no hay calendario para la formación de la nueva ejecutiva, que se encuentra en periodo de interinidad desde la dimisión de Gemma Ubasart tras las autonómicas. De hecho, Podemos anunció este mes su intención de aplazar las primarias catalanas, intentado así paralizar de momento la confluencia permanente de Colau.
Esta decisión de la cúpula no gustó a Fachin, que ha acabado presentando su candidatura con el objetivo de acelerar el proceso de primarias en el partido y comenzar cuanto antes el proceso de confluencia con En Comú. Según el diputado, que ganó las primarias a número uno del partido en las autonómicas pero que quedó posteriormente relegado al número 5 de Catalunya Sí que Es Pot, es hora de que las decisiones sobre Podem se tomen en Catalunya.
Fuentes de la dirección estatal de Podemos ven en el movimiento de su diputado crítico una maniobra de En Comú para agilizar la formación del nuevo partido catalán, lo que, según lamentan, “desdibujaría la identidad” del partido morado en Catalunya. Otros hablan de Fachin simplemente como de un diputado sin apoyos externos, fuera de la corriente de Revolta Global (Izquierda Anticapitalista en España). Los de Colau, por su parte, niegan toda relación con las iniciativas que pueda tener el diputado de Podemos, y remiten a episodios de enfrentamiento con el partido protagonizados por Fachin en el pasado y de los que destacan que no tenían ninguna relación con En Comú. Además, explican, las relaciones de En Comú con Podemos en el Congreso son “excelentes”, algo que también asegura Podemos.
Reacción en Podemos
Tal como apuntan desde En Comú, no es este el primer movimiento crítico del diputado de Podem. El último, en enero, consistió en enviar un comunicado a las bases del partido reclamando más visibilidad para su formación en el grupo parlamentario. Entre los cargos que lo apoyan se encuentra también el diputado Joan Giner, que denunció haber sufrido presiones sobre el sentido de su voto en la declaración de inicio del proceso constituyente del Parlament. Fachin es también cercano a algunos regidores, como el badalonés Javier López, y cercano a algunos diputados estatales, como Marta Sibina, su pareja. Además fue Xavier Domènech, número uno de En Comú Podem y persona muy próxima a Colau quien en su momento lo propuso como candidato autonómico para Podem.
Con apoyos de En Comú o sin ellos, lo cierto es que el lanzamiento de la candidatura de Fachin ha obligado a Podemos a reaccionar donde no pensaba hacerlo, en el debate sobre la cúpula catalana, que habían aplazado. Ahora se especula con una candidatura oficialista para oponerse a Fachin, que podría estar liderada por la diputada en el Parlament Jessica Albiach o por el diputado en el Congreso Raimundo Viejo. Este último, preguntado por la posibilidad, no descarta poder liderar esta candidatura de primarias, pero asegura que sus planes a corto plazo se centran en el Congreso y en las negociaciones de investidura.
Los calendarios de la izquierda catalana y española no se acaban de sincronizar. Mientras que Podemos se centra en Moncloa y pisa el freno en Catalunya, En Comú mete la directa. El pasado sábado el plenario de Barcelona en Comú, máximo órgano de decisión de la fuerza municipalista, no tuvo tiempo de discutir sobre la construcción del nuevo partido, lo que no fue obstáculo para que la formación emitiera una nota de prensa en la que anunciaba que se había dado “el disparo de salida para el proceso de construcción de un espacio político de ámbito catalán”. Los de Colau no pierden el tiempo y la idea de construir una nueva formación con el espíritu ciudadanista de las dos experiencias victoriosas de En Comú avanza firme. El encaje del proyecto con Podemos se decidirá más adelante.