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Opinión - Ni liderazgo ni autoridad. Por Esther Palomera

Colau ficha a Jordi Martí, exlíder del PSC barcelonés, como gerente del nuevo Ayuntamiento

La futura alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, comienza a componer el que será su equipo en el ayuntamiento. Uno de los cargos de más responsabilidad en el Ayuntamiento es el de gerente, el mismo que ha ofrecido este martes Barcelona en Comú a Jordi Martí. La candidatura ganadora de las elecciones en Barcelona apuesta por Martí, exlíder municipal del PSC y actualmente cercano a ERC, para ocupar el cargo de más alta responsabilidad técnica en el nuevo consistorio.

Ada Colau ha confirmado que Martí ha aceptado el ofrecimiento y ha destacado que el exconcejal “tiene experiencia en temas gerenciales y conocimiento del ayuntamiento, por lo que será una muy buena incorporación”. Según la futura alcaldesa este nombramiento “no debería” afectar a los posibles pactos de gobierno con ERC, formación con la que el movimiento político de Martí concurrió a las pasadas elecciones, y con el PSC, del que Martí formó parte.

Colau espera que los acuerdos para formar gobierno en la ciudad estén “resueltos” antes del sábado, día del pleno de investidura, y ha asegurado que la propuesta de que Martí sea el gerente es “una propuesta personal”.

Jordi Martí ocupó la portavocía del grupo municipal del PSC después de la salida de Hereu del Ayuntamiento. Durante cerca de 3 años fue el líder de la oposición al gobierno de Trias con las siglas socialistas y, en marzo de 2014, se presentó a las primarias de su partido con una candidatura de corte soberanista. Tras quedar en tercer lugar abandonó el PSC con una de las corrientes críticas internas y se integró como portavoz de Moviment d'Esquerres (MES), que concurrió a las últimas elecciones municipales de Barcelona junto a ERC.

El candidato de ERC a la alcaldía, Alfred Bosch, ofreció su número dos a Martí, que éste rechazó. La entrada de Martí en el nuevo gabinete de Colau, que podría ser seguida de más nombres, significa un acercamiento entre los sectores maragallistas y Barcelona en Comú, aunque desde ERC rechazan que esta incorporación tenga relación con las negociaciones sobre el nuevo gobierno.