La huelga general de este miércoles que a última hora ha permitido el Tribunal Superior de Justicia en Catalunya (TSJC) será atípica: no es un paro secundado por los sindicatos mayoritarios, por lo que su seguimiento en la industria se prevé nulo. No obstante, desde buena parte de filas independentistas –empezando por ERC y la CUP– tienen la intención de convertir la jornada del 8-N en un día para visibilizar el rechazo social en Catalunya contra el encarcelamientos de los exconsellers.
Para ello tendrán un papel destacado los Comités de Defensa de la República (CDR), asambleas de barrios y pueblos que ya articularon la resistencia de la población frente a los colegios electorales el 1-O. De cara a este miércoles preparan cortes de carreteras y de vías de tren desde primera hora de la mañana, con el objetivo de parar las comunicaciones catalanas como los piquetes sindicales en una convocatoria de huelga al uso.
Pese a que habrá movimiento en la calle, la huelga general, a diferencia del “paro de país” del pasado 3 de octubre, no cuenta con el apoyo de los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, que suman más del 80% de la representatividad sindical de Catalunya. Este hecho permite prever un nulo seguimiento en los grandes centros de trabajo. La SEAT por ejemplo, principal industria catalana, no se sumará al paro.
La huelga, convocada por el sindicato independentista Intersindical–CSC, cuenta con el apoyo de otros sindicatos minoritarios como la IAC o la COS. La CGT ha dado libertad a sus federaciones para que decidan apoyarlo, y la del transporte, mayoritaria en el metro y autobús de Barcelona, secundará el paro. Los servicios mínimos en el transporte están marcados en un 50% en horas punta, por lo que se prevé otra jornada de andenes llenos y colas en las paradas.
Está por ver la incidencia de la huelga en la administración de la Generalitat, que se sumó de forma masiva al “paro de país” porque la Generalitat les permitió parar sin descontarles el sueldo. El sindicato USTEC, mayoritario en los centros educativos, llama a participar activamente en la huelga del 8-N. No así los sindicatos del sector sanitario, que con todo dan libertad a sus miembros para secundar la huelga. Sí pararán TV3 y Catalunya Radio.
Huelga visible en la calle
Los CDR aseguran que el seguimiento de la huelga servirá para denunciar la “involución democrática” del Estado español tras la aplicación del artículo 155 y los “procesos judiciales de carácter político” que afecta a los líderes independentistas. Más allá de los centros de trabajo, promoverán protestas con el objetivo de romper “la normalidad y reclamar la liberación de los presos políticos”.
Las movilizaciones consistirán principalmente en cortes en las principales carreteras de acceso a Barcelona y de las grandes ciudades, los accesos fronterizos a Francia y Andorra, así como diferentes puntos kilométricos de las carreteras de acceso a las provincias de Castelló y Zaragoza.
También el principal sindicato agrario de Catalunya, Unió de Pagesos, ha anunciado que mantiene las tractoradas para “parar el país”. Se prevé que se repitan los atascos vividos la semana pasada tras el encarcelamiento de los miembros del Govern. Los estudiantes también volverán a sumarse a la huelga.
Concentraciones a las 12h y las 18h.
Si bien no convocan la huelga, CCOO y UGT, se suman a la convocatoria de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural para hacer concentraciones a las 12h ante las delegaciones del Govern de la Generalitat de Barcelona, Tarragona, Girona, Lleida, Tortosa y Tremp; así como a una concentración ante los ayuntamientos a las 18h. En Barcelona esta última convocatoria será en la plaza de la Catedral.
A diferencia del “paro cívico” del pasado 3-O, convocado contra las agresiones policiales vividas durante la jornada del referéndum, a esta huelga no se ha adherido la Taula per la Democràcia, la plataforma integrada por 40 entidades sociales y sindicales, entre ellas, los sindicatos mayoritarios, que sí ha llamado a las concentraciones del mediodía y de la tarde.