Relevo sorpresa en la cúpula de los Mossos d'Esquadra. El conseller de Interior, Miquel Buch, ha cesado al comisario jefe de la policía autonómica, Miquel Buch, tras solo once meses en el cargo, ha informado en primer lugar La Vanguardia y han confirmado a eldiario.es fuentes del departamento. Su sustituto será el actual subjefe de la comisaría general de Información, Eduard Sallent.
En una rueda de prensa, Buch ha rebajado la destitución de Esquius y ha enmarcado el cambio en un proceso de transición de los Mossos d'Esquadra. Según Buch, el nombramiento de Sallent responde al objetivo dar “un nuevo impulso” y consolidar a los Mossos como “una policía de futuro”. El conseller había informado el jueves a Sallent y a Esquius de los cambios, y este lunes lo ha hecho a los comisarios del cuerpo en la sede central de los Mossos en Sabadell.
Esquius, que se graduó en la segunda promoción de Mossos d'Esquadra y la primera de tráfico, lleva 34 años en el cuerpo, donde ha ejercido varias responsabilidades. Con su relevo, la jefatura de los Mossos sigue instalada en la interinidad. En menos de dos años, el cuerpo acumula cuatro jefes: el major Josep Lluís Trapero –cesado por el 155–; el comisario Ferran López, que comandó los Mossos por decisión del Gobierno; Esquius, que fue nombrado por el Govern de Torra; y ahora Sallent.
En poco menos de un año, Esquius había logrado rebajar la presión sobre el cuerpo en comparación con las turbulencias que vivieron los Mossos en septiembre y octubre de 2017, cuando el proceso soberanista los situó en el centro del debate político y ha terminado con el major Trapero como acusado por rebelión en la Audiencia Nacional.
Sallent –que había sido nombrado comisario este mismo lunes– ha explicado que quiere seguir la línea de su antecesor y alejar a los Mossos del “debate partidista” para “pasar página definitivamente” tras las “dificultades” que ha atravesado el cuerpo policial en los últimos tiempos, en los que ha recalcado que “me siento orgulloso de lo que hicimos y, sobre todo, de cómo lo hicimos”.
A esas “grandes dificultades” para los Mossos se ha referido también Buch, que ha apuntado que Esquius ha hecho su trabajo “excelentemente bien”, pero que su cargo se planteó como una etapa de transición en la que era necesaria “una época de normalización dentro del cuerpo”. Con Esquius, ha subrayado, se ha logrado una “normalidad institucional con los operadores policiales y judiciales”, lo que ha permitido a los Mossos “recuperar fuerzas” para abrir una nueva etapa.
“No es que Esquius no fuera adecuado”, ha abundado el conseller, que ha reconocido que el ya exjefe de Mossos buscó los “equilibrios necesarios” para que el cuerpo regresara a la normalidad, pero ha explicado que con los restos que se abren en la nueva etapa ha preferido confiar en el “talante negociador y la experiencia” de Sallent, que lleva 22 años en el cuerpo.
El nuevo jefe de los Mossos ha asumido que en el futuro habrá de nuevo “dificultades y momentos intensos y complejos”, pero se ha mostrado confiado en que el cuerpo saldrá adelante. “Quiero centrarme exclusivamente en la prestación de seguridad”, ha indicado. Entre sus prioridades, ha explicado, estará combatir los delitos de violencia sexual, que ha calificado de “intolerables”, así como los ciberdelitos y el crimen organizado. Y respecto a la gestión interna del cuerpo, ha anunciado que quiere promocionar la igualdad de género en los ascensos y nuevas promociones.