El proceso de refundación de Convergència comenzará antes de su congreso de junio, al que esperan llegar con algunos planteamientos claros y salidos de las bases. La formación ha anunciado este lunes que, durante un mes, llevarán a cabo un ciclo de debates sectoriales y territoriales, en el que participarán militantes, simpatizantes y personas vinculadas en algún momento a la organización.
Según ha explicado la portavoz convergente, Marca Pascal, estos debates se impulsarán “sin apriorismos” y no desde la cúpula sino desde un “grupo dinamizador”, y en última instancia deben servir para recoger la opinión de las bases sobre cómo quieren que sea el nuevo partido.
Convergència quiere que el debate de sus bases sea lo más capilar posible, por lo que habrá sesiones al menos en cada capital de comarca y ciudad de más de 20.000 habitantes, aunque también podrá haberlo en núcleos más pequeños si así lo reclaman los militantes. La primera de estas asambleas se realizará el próximo jueves. Según Pascal, los impulsores manejan la cifra de 30.000 personas como participantes potenciales, pero no pueden asegurarlo ya que dependerá de las ganas de implicarse en el proceso que tengan todas las personas cercanas al partido.
El objetivo final es recoger las opiniones de las bases en tres ejes, ideológico, estructura de partido y estrategia política, y se utilizará una encuesta telemática de 90 preguntas y debates presenciales. Las preguntas que guiarán los debates, ha explicado Pascal, serán concretas y cuestionarán sobre cosas como si se ha de cambiar el nombre del partido o cómo se han de elegir a sus cargos. Paralelamente el expresident Artur Mas hará una ronda de encuentros por las federaciones.