La decisión de las mesas del Congreso y el Senado de dejar a los diputados del Partit Demòcrata Català sin grupo parlamentario tendrá no solo efectos políticos sino importantes perjuicios económicos para la formación. La antigua Convergència dejará de ingresar hasta tres millones y medio de euros durante los próximos cuatro años, contando con que esta vez se agote la legislatura.
En detalle, Convergència perderá del Congreso una subvención de cerca de 40.000 euros al mes, casi dos millones de euros a lo largo de los 48 meses que dura una legislatura completa. A eso hay que añadirle la subvención por envío de propaganda, de cerca de un millón de euros. Los tres millones en total que los demòcrates pueden quedarse sin cobrar del Congreso se suman al medio millón que perderán del Senado. En total, un importante impacto económico para un partido que nunca había dejado de recibirlo, al haber tenido siempre grupo en la Cámara baja.
La falta de grupos no tendrá en cambio consecuencias de importancia sobre los asesores. Los llamados “asistentes” se reparten también el grupo Mixto, en ocasiones incluso en una ratio superior a la del resto de grupos. Según el régimen económico de los diputados publicado por el Congreso para la pasada legislatura, el grupo Mixto tuvo entonces una ratio de 0,71 asesores por cada diputado y el de Convergència 0,75, mientras los de ERC o PNV se quedaron en 0,67 por diputado.
Tras conocerse la decisión de la Mesa, que se ha tomado gracias a las abstenciones de PP, PSOE y Podemos y con los votos en contra de Ciudadanos, la formación independentista ha considerado que se trata de una venganza por sus posiciones independentistas. “No nos han perdonado lo que se votó la semana pasada en el Parlament”, ha considerado el cabeza de lista convergente, Francesc Homs, en relación con la votación de las conclusiones del proceso constituyente, suspendidas este lunes por el Constitucional.
Según su valoración, la decisión de la Mesa responde además a los pactos que se están fraguando entre PP y C's para la investidura. Homs no ha desaprovechado la ocasión para cargar además contra Podemos, de quienes ha dicho que han “votado juntos y de la manita con el PP” para dejarles sin grupo. El reproche respondía a la polémica de la constitución de la Mesa, cuando desde Podemos se acusó a los independentistas de haber pactado con el PP por haberse abstenido.
El desembarco de Convergència en el grupo Mixto ocurrirá por primera vez en la historia de la formación, y pone punto final a una época caracterizada por las formas pactistas de hacer política de la derecha nacionalista catalana en el Congreso. La pérdida del grupo, que desde el PDC interpretan como una venganza política, augura ahora una legislatura en la que los independentistas harán una oposición más dura.