De paladín contra la corrupción sanitaria a candidato a cabeza de lista de Podemos Catalunya

“Somos dos personas con un ordenador”. Así explicaba Albano Dante Fachín en 2012 a qué se dedicaban él y su compañera Marta Sibina. De editores de Cafèambllet, una modesta revista local de las comarcas de Girona, pasaron a ser actores relevantes en la izquierda alternativa catalana. Este miércoles Dante dará un nuevo paso en esa dirección, al anunciar en una rueda de prensa en el Colegio de Periodistas de Catalunya su candidatura a la primarias de Podem para encabezar la lista al Parlament y, si cuenta con mayoría en las elecciones previstas para el 27 de septiembre, a la presidencia de la Generalitat.

“Para que te hagas una idea, en el Cafèambllet normalmente hablábamos de las obras en tal o cual calle, asuntos locales”, decía Dante en una conversación en 2012. Y, de un día para otro, el periodista se encontró denunciando entramados que acabaron poniendo en cuestión el funcionamiento de todo el sistema sanitario catalán, construido con una opacidad que deja la puerta abierta a multitud de irregularidades.

Su periplo hacia su actual militancia política empezó cuando Dante y Sibina, que es enfermera, se indignaron con un anuncio de una mutua privada y decidieron escribir en defensa de la calidad de la sanidad pública. Sin embargo, sus primeras investigaciones los llevaron a denunciar la falta de transparencia en los hospitales de Blanes y Calella, y perseguir a los responsables políticos para conocer unos informes que habían costado 1,5 millones de euros y de los que no se sabía nada.

Después de la primera denuncia de irregularidades les llegaron más informaciones sobre los responsables políticos, como Xavier Crespo, diputado de CiU que había sido gestor de los centros –y que precisamente este martes ha dimitido como diputado del Parlament–, Carles Manté, por entonces presidente de los centros, Josep Prat, que era director del Institut Català de la Salut, o Ramon Bagó, del grupo Sehrs. Nombres, todos ellos, que han ido apareciendo en diversos escándalos relacionados con la sanidad pública catalana. Desde entonces Albano Dante es un paladín de la lucha contra los recortes, que imperaron en el primer mandato de Artur Mas, y contra la corrupción sanitaria.

En ese camino, Dante contó con muchos aliados. Lo contrario a Podem, que se encuentra en solitario en el panorama político catalán, alejados de la CUP por la cuestión nacional, y contrarios a entrar en un frente amplio tantas veces reclamado por ICV. Sin embargo, que el hasta ahora editor de Cafèambllet sea cabeza de lista podría cambiar esa lógica. Dante es un defensor de esos frentes amplios. Se le ha podido ver en actos de muchas formaciones y colectivos.

Desde el principio de su trayectoria activista ha trabajado codo a codo con la CUP, por ejemplo para denunciar la corrupción en Reus con el Caso Innova. También apostó fuerte por Procés Constituent, la iniciativa impulsada por Arcadi Oliveres i Teresa Forcades con el objetivo de aglutinar las izquierdas, desde ICV hasta la CUP, en una sola fuerza electoral para plantar cara a la derecha. Muy crítico con CiU pero también con el Tripartit, considera que el papel de ICV o ERC en aquel momento, sobre todo en materia de sanidad, fue menor al del PSC. Sin embargo, tampoco ha perdonado a los republicanos ninguna de las concesiones hechas al gobierno de Artur Mas.

En los últimos tiempos de candidaturas de confluencia, Dante, como Procés Constituent, ha estado al lado de candidaturas articuladas por la CUP y también de otras que se constituyen contando con ICV. Recientemente mostraba, por ejemplo, su apoyo a la CUP en Reus, pero el pasado sábado participaba en un mitin de Barcelona en Comú en el que la presencia de Pablo Iglesias lo bendecía para ser el candidato de Podem en Catalunya.

La apuesta del aparato de Podem por Albano Dante es significativa. Por un lado, porque es un claro giro a la izquierda en un momento en que está en cuestión la apuesta del partido por el centro. Por otro, porque es un abanderado de los frentes amplios, superando las confrontaciones de Podem con otros partidos. Más allá, Dante es un ejemplo de la politización del “ciudadano corriente”, que se moviliza a partir de la indignación, que sin recursos investiga casos de corrupción que hoy se encuentran en los tribunales, y sobre todo, que ni se calla, ni se cansa.