Cumbre entre ERC y Junts para intentar reconducir la guerra interna

Neus Tomàs

15 de septiembre de 2022 08:13 h

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Tras un almuerzo y varias horas de reunión en el Palau de Pedralbes las tensiones entre Junts y ERC siguen sin resolverse. El presidente, Pere Aragonès; el vicepresidente, Jordi Puigneró; y la consejera de la Presidencia, Laura Vilagrà, se encerraron este miércoles hasta las nueve de la noche con los representantes de ERC (Marta Vilalta y Josep Maria Jové) y Junts (Laura Borràs, Jordi Turull y Albert Batet). Los republicanos pidieron más lealtad a sus socios. Junts quiere más coordinación, en Barcelona y en Madrid, y mayor dureza en la negociación con el Gobierno de Pedro Sánchez.

En ambas formaciones reconocen que hay tensión y que no se resolverá rápido pero saben que el debate de política general puede ser un buen termómetro para ver por dónde va cada uno. Oficialmente la reunión era una más pero no fue así. Hubo reproches y la insistencia de Junts de que así no pueden seguir. Los postconvergentes consideran que ERC no está cumpliendo algunos de los compromisos que permitieron investir a Aragonés y exigen a los republicanos que se tome nota de las críticas que recibió por una parte del independentismo durante la Diada.

Laura Borràs es más partidaria de salir del Govern mientras que Jordi Turull y sobre todo consellers como el titular de Economia, Jaume Giró, no quieren ni oír hablar de esta posibilidad porque creen que les situaría en la irrelevancia. ERC tiene otras opciones para gobernar, desde los comuns a repetir un tripartito, si no es ahora en la próxima legislatura. Junts solo tendría la puerta del PSC y no parece que sea muy factible pese al acuerdo que mantienen el la Diputación de Barcelona.

Los de Turull reclaman recuperar un espacio de coordinación, una especie de nuevo 'estado mayor'. Se trataría de ampliar la coordinación estratégica con otros actores del soberanismo, especialmente las entidades. Pero en el caso de ERC se subraya que, además, hay que defender la mesa de diálogo. Fuentes republicanas reconocen que la negociación con el Ejecutivo central no ha dado los frutos esperados y que habría que apretar más a Pedro Sánchez aunque a la vez añaden que no hay alternativa.

La reunión del Palau de Pedralbes se celebró un día después de que la ANC instara al Govern a declarar la independencia de Catalunya “durante el segundo semestre del 2023”. La entidad propuso a Aragonés esa fecha límite para que coincida con la presidencia española de la UE. La petición llegó minutos antes de que el presidente se reuniera con la propia Asamblea, Òmnium y la AMI en el Palau de la Generalitat. ERC dejó claro que no pensaba atender esta exigencia mientras que el vicepresidente y dirigente de Junts, Jordi Puigneró, marcó distancias con sus socios en el Govern y se mostró dispuesto a escuchar la petición de la ANC.

Este jueves por la mañana consellers y dirigentes de ambos partidos han valorado la reunión con una llamada general a evitar la crisis de Govern. En una entrevista en LaSexta, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, ha pedido “lealtad” a Junts, al tiempo que se ha mostrado tranquilo y confiado en que se puedan resolver las desavenencias: “Si hubiese tormentas seguro que sabríamos controlarlas”.

Por su lado, el conseller de Economía, Jaume Giró, ha mantenido que dentro del partido “hay unidad y unanimidad” en que la negociación con ERC es necesaria para que se cumplan los acuerdos de legislatura. Giró, que tiene como objetivo aprobar los presupuestos para el año que viene, ha deseado que las reuniones entre ERC y Junts “vayan muy bien” y que las formaciones “encuentren un punto de entendimiento”.