La marcha para reivindicar el 1-O presiona a Torra para que “desobedezca o dimita”
El president de la Generalitat Quim Torra anunció un otoño caliente y la subida de la temperatura le ha acabado afectando a él. La jornada de intensa movilización para conmemorar el primer aniversario del referéndum del 1 de octubre han estado salpicadas de abucheos y peticiones de dimisión al Govern y al propio Torra, a quien los sectores más duros del independentismo acusan de estar traicionando el “mandato” del referéndum de hace un año. “Desobediencia o dimisión”, le han reclamado grupos de manifestantes.
La conmemoración ha comenzado con acciones de protesta en diferentes localidades. La protesta ha acabado cuajando por la tarde en la capital, donde las entidades habían convocado una marcha entre plaza Catalunya y el Parlament. Liderada por 150 de las urnas que se usaron el año pasado, la marcha multitudinaria ha avanzado por las calles del centro. A la llegada a las inmediaciones de la Cámara se han sentido las críticas más fuertes a Torra, espoleadas por el malestar generado por las cargas policiales del pasado sábado.
No era la primera vez que el president debía escuchar las quejas de los suyos. Por la mañana los estudiantes le han afeado la actitud de su Govern, aunque Torra ha conseguido apaciguarlos a las puertas del Palau acercándose a hablar con ellos. Los abucheos, eso sí, han sido inclementes con el conseller del Interior, Miquel Buch, a quien tanto la CUP como los CDR acusa de haber reprimido su movilización el pasado sábado. Son principalmente estos los grupos más activos en la calle y los que, este lunes, reclamaban sin ambages la desobediencia del Govern.
Desde primera hora la jornada había estado marcada por diferentes acciones de protesta independentismo, como los cortes en algunas carreteras y el boicot a peajes en la A-7. También en Girona un grupo de personas convocadas por los CDR ha cortado el tránsito del AVE por la localidad saltando a las vías. En el centro de Barcelona también se han registrado cortes intermitentes de calles, junto a una protesta ante la Bolsa de Barcelona, en la que varios manifestantes se han encadenado. La huelga de los estudiantes, que han marchado por el centro de Barcelona, ha acabado de dar forma a un día que no hubiera desentonado en octubre de 2017.
Por la tarde había marchas convocadas en diferentes ciudades, como Tarragona, Lleida o Girona, la mayoría de ellas ante las subdelegaciones del Gobierno. En esta última la protesta se ha realizado en forma de fiesta Holi, en la que los manifestantes han vuelto a lanzar pintura los Mossos d'Esquadra, como ya ocurrió el sábado pasado en la contramanifestación del independentismo contra el sindicato de policías Jusapol. El recuerdo de ese fin de semana, en la que la policía acabó cargando, ha acrecentado el roce entre el Govern y los movimientos sociales independentistas.
También en Barcelona los ánimos estaban caldeados. Mientras Torra y el president del Parlament, Roger Torrent, recibían un abucheo importante en el acto central de la Ciutadella, una parte de la manifestación de desviaba al grito de “ni olvido ni perdón” hacia la comisaría de la Vía Laietana, donde se han concentrado varios miles de personas. En total, según la Guardia Urbana, en Barcelona se han manifestado 180.000 personas.