ERC ha decidido este lunes no aparar a Lluís Salvadó como diputado, después de que se filtrase la conversación con contenido racista y machista en la que bromeaba con nombrar consellera a la mujer con los pechos más grandes. Pero el futuro de Salvadó no es la principal preocupación de ERC a raíz de la filtración. Los republicanos temen una cascada de filtraciones de conversaciones privadas comprometedoras que toquen a buena parte de sus cargos.
“Son 6 meses de grabaciones a varios teléfonos, imagínate cuantos minutos descontextualizados pueden salir de aquí”, explica un cargo de ERC. Este lunes, en la reunión semanal de la ejecutiva, los miembros de la dirección han tratado sobre la posible dimisión de quien fuera secretario de Hacienda de la Generalitat, aunque la decisión final se ha tomado al filo de media noche.
El gran problema, explican, no es mandar a Salvadó a casa, sino sentar el precedente de la dimisión ante filtraciones de este tipo, cuando hay posibilidades de que aparezcan nuevas grabaciones.
Desde el pasado viernes, en ERC han tratado de hacer un imposible inventario de daños sobre el material que la policía y el juez y personal del juzgado de instrucción número 13 de Barcelona pueden tener en su haber. En principio, dos serían los teléfonos principales pinchados por orden judicial a miembros del partido, el de Josep María Jové y el de Lluís Salvadó, durante un periodo que comienza en torno a abril y acaba a finales de septiembre. Pueden ser cientos de horas, en conversaciones en las que, además de Salvadó y Jové, podrían aparecer buena parte de la cúpula de ERC.
En el partido se ha extendido la consigna de no defender las palabras de Salvadó en ninguna circunstancia, ni en lo relativo al secreto de las comunicaciones ni apelando al contexto informal de la conversación. “Son inaceptables”, ha fijado el portavoz Sergi Sabrià este lunes, con cuidado de no añadir un “pero” por detrás.
Ahora bien, esa contundencia en público la combinan con la idea de que, grabado en privado, a cualquier cargo del partido le podrían sacar un minuto de grabación inadecuada, en mayor o menor grado. Finalmente el partido ha optado por dejar a la disciplina interna la decisión sobre la sanción del diputado en base al código ético y de conducta de la formación.
“Esto es lo que conocemos, pero estamos convencidos de que hay mucho más material grabado de manera ilícita”, aseguraba este lunes Sabrià, mostrándose seguro de que “el Estado utilizará las grabaciones” de la forma que más daño haga, usando como ejemplo las declaraciones machistas conocidas el día después de la huelga feminista. Por esta razón, en ERC hablan de “guerra sucia” contra el independentismo y, en concreto, contra ellos, y lo enmarcan en el mismo objetivo que la llamada Operación Cataluña.
Según han anunciado, denunciarán al programa Espejo Público por el “abuso” de utilizar el material de la investigación judicial. Se han cuidado sin embargo de señalar al juez Ramírez-Sunyer, quien autorizó las escuchas y es el máximo responsable del sumario. Los republicanos, sin embargo, tampoco descartan emprender acciones contra él en el futuro.