ERC ganaría por primera vez unas elecciones generales en Catalunya desde la II República, según el estudio del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO), el equivalente al CIS de la Generalitat. Los republicanos lograrían 14-15 escaños el 28A, seis o siete más que en las últimas elecciones. En segundo lugar quedaría el PSC con 11-13 escaños, que también lograría un importante avance respecto a los comicios de 2016, donde obtuvo 7 asientos en el Congreso.
Por contra, los 'comuns' retrocederían del primer al tercer puesto en las generales, quedándose con 7-9 escaños (de tres a cinco menos que en las generales de hace tres años). También cosecharía un mal resultado JxCat (5-7 diputados, uno o tres menos que en las pasadas generales). Ciudadanos mantendría los cinco diputados que tenía o lograría uno más, mientras que el PP también se hundiría en Catalunya, pasando de los seis escaños actuales a tan solo dos.
Y Front Republicà, el partido de un sector de la CUP, el Partido Pirata y el exsecretario general de Podem Albano Dante, podría lograr un escaño. La encuesta del CEO arroja otro dato que puede resultar clave en los comicios: un 26,9% de los catalanes todavía están indecisos.
Tan importante como los resultados serán los pactos tras el 28A, habida cuenta de que ningún partido está en disposición de obtener mayoría absoluta en el Congreso. El CEO ha preguntado por las alianzas postelectorales y la conclusión es clara: los catalanes se decantan por un pacto entre las fuerzas de izquierda. Un 34,4% quiere una coalición PSOE-Podemos, mientras que el 26,5% apuesta por repetir la alianza de la moción de censura –PSOE, Podemos y nacionalistas vascos y catalanes– que llevó a Pedro Sánchez a la Moncloa.
Solo un 7,9% escoge un pacto PSOE-Ciudadanos, porcentaje que todavía desciende más sobre el aval a un pacto entre las derechas: un 4% se decanta por la alianza PP-Ciudadanos, mientras que un 2% prefiere la de PP, Ciudadanos y Vox.
Respecto a las elecciones al Parlament, nada nuevo bajo el sol: el independentismo seguiría conservando una mayoría absoluta de un mínimo de 70 escaños –los mismos que ahora– en la Cámara autonómica o la incrementaría hasta los 75, pero seguiría sin lograr –aunque por poco– superar el 50% de voto popular. La suma de JxCat, ERC y la CUP lograría el 49,5% de los sufragios, según el CEO. En intención directa de voto –un 17% de encuestados está indeciso– la suma de los tres partidos independentistas se reduce hasta el 40,5%
En la pelea interna en las filas independentistas, ERC arrebataría a JxCat la primera plaza, pasando de los 32 escaños actuales a una horquilla de 40-43. Los de Puigdemont retrocederían de los 34 diputados a los 22-24, mientras que la CUP pasaría de cuatro a ocho escaños. Ciudadanos perdería la primera plaza del 21D en favor de ERC y caería de los 36 a los 28-29 escaños. El PSC seguiría su tendencia al alza –de 17 diputados pasaría a 21-23– mientras que los 'comuns' repetirían los ocho asientos o obtendrían uno más. El PP se quedaría con sus 4 diputados o perdería uno.