ERC no ha tardado en mostrar su enfado con el Gobierno por aparcar para después de las elecciones catalanas –todavía sin fecha– la mesa de diálogo entre el Ejecutivo central y el autonómico sobre el conflicto soberanista. La formación ha emitido un comunicado en la que acusa a los socialistas de haber incurrido en “un incumplimiento flagrante” del acuerdo suscrito por las dos formaciones para garantizar la investidura de Pedro Sánchez.
“Aplazar la mesa de negociación entre el gobierno español y el Gobierno catalán es un incumplimiento flagrante del acuerdo entre ERC y el PSOE para la investidura. Y, además, es una irresponsabilidad absoluta”, afirman los republicanos, que llaman a la reflexión al PSOE, pero también a JxCat y a Unidas Podemos. Esta última formación ha avalado el aplazamiento de la Mesa, mientras que desde JxCat se ha venido demorando el inicio del diálogo, imponiendo entre otras condiciones un encuentro previo entre presidentes, fijado para el jueves de la semana que viene.
“Ya sabemos que algunos no la quieren [la mesa] porque no la sienten suya y otros tampoco la quieren porque la han hecho al verse obligados”, afirma ERC en un tono que no esconde su malestar, “pero es un acuerdo firmado y si no se cumple será un incumplimiento flagrante para ERC”.
Por esta razón, los republicanos exigen que en la reunión entre presidentes de la próxima semana “se fije una fecha para que la mesa entre gobiernos se reúna de manera inminente”. “No tenemos tiempo que perder”, continúan los independentistas, “quedan muchos meses para las elecciones y no tiene ningún sentido esperar a la constitución de un nuevo Govern de la Generalitat, porque la vía política hay que abrirla ya, es urgente y es imprescindible”.
Poco antes de que la formación emitiera este comunicado el presidente del grupo de republicano en el Parlament, Sergi Sabrià, se refería en similares términos desde su cuenta de Twitter:
ERC reacciona así al anuncio del Gobierno central de que la mesa de diálogo no se celebrará hasta que haya un nuevo Govern surgido de los comicios autonómicos que adelantará Torra una vez se aprueben los Presupuestos catalanes. “Cuanto antes se celebren las elecciones y haya nuevo Govern, antes iniciaremos el diálogo”, ha apostillado Moncloa.
La mesa de diálogo fue el único punto del acuerdo entre republicanos y socialistas que permitió a Sánchez seguir en la presidencia del Gobierno, ya que el pacto no abordó asuntos presupuestarios o de estabilidad parlamentaria. El pacto entre PSOE y ERC provocó una nueva grieta entre los republicanos y Junts per Catalunya antes de la crisis definitiva por el escaño de Torra que ha derivado en el fin de la legislatura catalana. Torra criticó el pacto conseguido por sus socios de Govern y reclamó verse con Sánchez antes de que se reuniera la mesa de diálogo.
En un comunicado, la oficina del president ha reafirmado este jueves la intención de Torra de trasladar a Sánchez el próximo 6 de febrero en su reunión en Barcelona “el ejercicio del derecho de autodeterminación y el fin de la represión y la amnistía”, tal y como acordaron los partidos y entidades independentistas. Sin mencionar de forma expresa el aplazamiento de la mesa de diálogo pactada por el PSOE y ERC, desde la presidencia de la Generalitat han mostrado su convencimiento de que Sánchez “no cerrará la puerta al diálogo ni excluirá ningún contenido” en la reunión del próximo jueves.
Torra respondía de esto modo al anuncio de Moncloa de que la reunión con Sánchez se circunscribiría a “resolver los problemas urgentes de la sociedad catalana”, por ejemplo los efectos del temporal Gloria. El president ha reiterado en el tiempo de descuento de su legislatura las prioridades que ha mostrado a lo largo de su etapa en el Palau de la Generalitat: la amnistía de los presos y la celebración de un nuevo referéndum, ambas medidas reiteradamente rechazadas por el Gobierno.