“La sombra de Jakobs y del derecho penal del enemigo se cierne sobre todos nosotros y todos los derechos que la Constitución nos reconoce”. Así de contundente se ha mostrado el exfiscal superior de Catalunya, José María Mena, sobre la investigación por rebelión y los últimos autos del magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena por los que ha negado la libertad provisional a Jordi Sànchez y Joaquim Forn.
Juristas de los tres lados de las salas de vistas y del ámbito académico han debatido este miércoles sobre la prisión provisional y las libertades políticas de los líderes independentistas encarcelados en un acto organizado por la Associació Catalana de Juristes Democràtes (ACJD) en el colegio de la abogacía de Barcelona. Mena ha compartido mesa con la magistrada y portavoz en Catalunya de Jueces y Juezas para la Democracia, Montserrat Comas; la abogada del centro Iridia, Anaïs Franquesa; y el profesor de derecho constitucional Marco Aparicio.
El exfiscal ha iniciado su turno de palabra dejando claro su deseo de eludir el debate independentista -“no quiero que me encajen en ninguna posición”- así como la necesidad de acatar, respetar, pero también criticar con argumentos las resoluciones judiciales. Y a ello se ha dedicado en una brillante intervención, la que ha generado más aplausos del público.
“Es preocupante que se vea la ideología como germen de violencia”, ha dicho Mena sobre los últimos de Llarena, en especial el que denegaba la libertad a Forn por riesgo de reiteración delictiva ante la “perseverancia en la ideología de la secesión” de Carles Puigdemont. También el que dejaba encerrado en Soto del Real a Jordi Sànchez porque la ideología independentista del exlíder de la ANC, según el juez, “imposibilita” el convencimiento de que no repetirá los actos “violentos” vinculados con la rebelión.
Este último auto, según Mena, sólo busca la “criminalización preventiva de las manifestaciones independentistas”. El exfiscal ha alertado asimismo sobre la dificultad de los magistrados de la sala de lo penal del Supremo que enjuiciarán a los líderes independentistas para “despegarse” de los argumentos sobre la violencia esgrimidos por Llarena en sus autos. “Se está creando una verdad de artificio que más tarde se puede convertir en verdad judicial”, ha dicho Mena citando al ministro de Justicia de finales del XIX Alonso Martínez.
Por su lado, la magistrada Comas ha reiterado la crítica a la prisión provisional que su asociación ha planteado, y ha lamentado la “incomprensión” del resto de la judicatura hacia los planteamientos de Jueces y Juezas para la Democracia. La jueza ha criticado también al ministro de Justicia, Rafael Catalá, por avanzar el auto de procesamiento de los líderes independentistas. “Es un problema muy grave para el estado de derecho”, ha zanjado.
Desde la abogacía, la letrada Anaïs Franquesa ha hecho hincapié en la “criminalización” de los derechos de reunión y manifestación que provoca la causa en el Supremo. “No podemos aceptar la excepcionalidad penal del Supremo. Ahora cualquier manifestación es susceptible de ser elevada a rebelión. La democracia también es el derecho a discrepar”, ha aseverado.