El exnúmero dos de Junqueras no reconoce la Moleskine del procés incautada en su casa
El considerado por la Fiscalía cerebro logístico del referéndum del 1 de octubre ha comparecido este viernes como imputado un año y medio después de ser detenido en la operación del 20 de septiembre. Josep Maria Jové, exsecretario general de Vicepresidencia, en la práctica número dos de Oriol Junqueras, ha evitado reconocer como suya la libreta Moleskine con los entresijos del procés incautada en su casa durante la operación, que junto al power-point apócrifo 'Enfocats' constituyen dos de los documentos empleados por la Fiscalía para acusar por rebelión a los líderes del procés.
Según fuentes presentes en la declaración, Jové, imputado por malversación, desobediencia y revelación de secretos, no ha reconocido como propios ni el 'Enfocats' ni la Moleskine, y además se ha negado a practicar una prueba pericial caligráfica para contrastar si las anotaciones manuscritas de la libreta corresponden a su letra. También ha negado la autoría de los documentos hallados el 20-S en su despacho de la conselleria de Economía.
En una breve comparecencia de 20 minutos ante la magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) Maria Eugènia Alegret (Jové es aforado ante esta instancia al ser diputado en el Parlament), el exnúmero dos de Junqueras tampoco ha querido someterse a una pericial de voz sobre los pinchazos telefónicos practicados a su móvil por orden del juzgado de instrucción 13 de Barcelona.
La breve comparecencia de Jové hay que contextualizarla con el final del juicio del procés en el Tribunal Supremo. Los exconsellers acusados se han desentendido tanto del 'Enfocats' como de la Moleskine. Así, si ahora la mano derecha de Junqueras reconocía como propios ambos documentos, podría poner más problemas si cabe a los acusados en el Alto Tribunal. Y prestarse a una pericial caligráfica sería regalar una prueba que la Fiscalía del Supremo no ha pedido en toda la investigación. En suma, ganar tiempo para no comprometer a nadie más de lo que ya lo han hecho sus anotaciones manuscritas.
Las mismas fuentes han informado de que la defensa de Jové ha mostrado su intención de impugnar la investigación del juzgado de instrucción 13 de Barcelona que señala a Jové como cerebro logístico del 1-O, empezando por los pinchazos telefónicos, así como las órdenes de entrada y registro dictadas por el fallecido juez instructor Juan Antonio Ramírez Sunyer.
Según la Fiscalía del Supremo, Jové fue, junto a Junqueras, “coordinador general de toda la actividad de planificación y organización del 1-O” esbozada en 'Enfocats' y la libreta. No obstante, Jové no está como acusado en el Supremo. Permanece imputado en el TSJC, en una muestra de la división de las causas relacionadas con el procés que las defensas creen que aminoran los derechos de los acusados.
Si Jové es, para las acusaciones, el cerebro logístico detrás del 1-O, se debe en buena medida a sus anotaciones en una Moleskine, donde dio detallada cuenta de los entresijos de la legislatura que desembocó en la consulta del primero de octubre. Con todo, más que exponer un plan que incluyera recurrir a la violencia, Jové describió con todo lujo de detalle las turbulencias entre JxSí y la CUP, la pugna interna entre ERC y Convergència para controlar el procés y al temporal de dudas que la Generalitat capeó para promover el referéndum, que no estaba en el programa electoral de JxSí sino que fue introducido para que Puigdemont superara su cuestión de confianza en septiembre de 2016.
