“Para proteger el proceso político hay que preservar el principio de que no se puede excluir a nadie”. Así ha justificado Artur Mas mantenerse como candidato a la presidencia de la Generalitat. En una entrevista en TV3, el presidente en funciones ha razonado que en el camino para crear un estado “hay que sumar a todo el que crea” en ello y que “no sobra nadie”. En esta línea, Mas ha dicho que si se aceptara el “veto” de la CUP, el proyecto soberanista “se estaría destruyendo”.
“La CUP debe entender que no puede humillar a Junts pel Sí”, ha agregado el presidente. Mas ha dejado de lado las metáforas marineras y ha optado por un símil con un mueble carcomido. Así, renunciar a la presidencia y dirigir el área de exteriores del Gobierno, tal y como le ha propuesto la CUP, sería, según Mas, “meter la carcoma dentro del mueble con la apariencia que hemos salvado los muebles” . Mas también ha negado que sea un presidente “agarrado a la silla”.
Con todo, no ha querido ocultar que el acuerdo con la CUP está lejos: “No quiero despertar expectativas que no sean reales. El margen de maniobra es pequeño”, ha asegurado, y ha añadido que ve “muy difícil” que la situación “llegue a desbloquearse”.
Por otra parte, la entrevista de esta noche también le ha servido a Mas para proponer reeditar la coalición Junts pel Sí. Lo ha hecho reivindicando su oferta de este jueves para que ERC entre en el Govern en funciones, que los republicanos han descartado pocos minutos después de proponerla. A juicio de Mas, las elecciones de marzo serían el instrumento para “la ratificación del nuevo Govern” y Junts pel Sí mejoraría resultados en unos nuevos comicios.
Como ya hizo el pasado martes, Mas ha vuelto a mostrar como una cesión a la CUP la declaración de inicio del proceso de independencia del pasado 9 de noviembre, que sin embargo otras voces de Junts pel Sí han reclamado como parte del programa de la candidatura del soberanismo transversal.