Carta conjunta de todos los expresidentes de la Generalitat y los expresidentes del Parlament vivos para que los cuatro presos independentistas abandonen la huelga de hambre. En una misiva, Jordi Pujol, Pasqual Maragall, José Montilla, Artur Mas, Carles Puigdemont, Joan Rigol, Ernest Benach, Núria de Gispert y Carme Forcadell abogan por “salvaguardar el derecho a la vida” de los presos y consideran que la protesta ya “ha dado visibilidad a su situación procesal y ha despertado conciencias a nivel nacional e internacional”.
Jordi Sànchez, Jordi Turull llevan en huelga de hambre 18 días en la prisión de Lledoners, mientras que Joaquim Forn y Josep Rull mantienen un ayuno indefinido desde hace 16 días. Su estado de salud ha empeorado y Turull ha tenido que ser trasladado a la enfermería de la cárcel, aunque su portavoz destacó el pasado lunes que siguen “comprometidos” con la protesta. Cabe destacar la influencia de Puigdemont, uno de los expresidentes firmantes de la carta, en los cuatro presos de Junts per Catalunya (JxCat).
Los expresidentes, en una misiva promovida por el Síndic de Greuges, Rafael Ribó (el Defensor del Pueblo catalán), exponen que el Tribunal Constitucional ya ha resuelto algunos de los recursos de amparo presentados por los acusados del 1-O y ha calendarizado la resolución del resto. El “bloqueo” del Constitucional a los recursos de amparo, que a su vez cierra la puerta a los presos para acudir a la Justicia euroea, fue precisamente el motivo que adujeron los políticos de Junts per Catalunya para iniciar la huelga de hambre.
Los expresidentes piden a los presos que prioricen “salvaguardar su derecho a la vida y a la salud”, así como “garantizar su participación con plenas facultades” en la vista oral del juicio al 'procés', uno de los motivos que ha llevado a los presos de ERC –entre los que se encuentra Forcadell– a rechazar sumarse a la huelga de hambre.