Sesión densa la del juicio del procés de este martes. Seis horas y media dedicadas a la exhibición de los vídeos propuestos por las acusaciones con los que la Fiscalía y la Abogacía del Estado quieren sustentar los delitos de rebelión y sedición de los que acusan a los líderes soberanistas. En el caso del Ministerio Público, más que agresiones violentas generalizadas contra los agentes en los centros de votación del 1 de octubre, los vídeos intentan contribuir a que el tribunal recoja en su sentencia el “ambiente insurreccional” que, según los fiscales, desplegaron los acusados a lo largo y ancho de la geografía catalana para forzar la independencia unilateral.
No ha faltado polémica en una sesión un tanto desordenada, donde la Fiscalía ha mezclado el visionado de vídeos del 20-S, el 1-O y días posteriores. Las defensas se han quejado porque la Fiscalía no ha precisado la fecha, la hora y el lugar donde fueron grabados algunos vídeos. La letrada Ana Bernaola ha concretado que unas imágenes de la Policía saliendo de la sede de la CUP corresponden al 20 de septiembre y no al 1-O.
Por su lado, el abogado Jordi Pina ha pedido que la Fiscalía concretara en qué colegio se grabaron las imágenes exhibidas para poder contrastarlo en su informe final con lo relatado por los agentes y votantes de varios centros que declararon como testigos. Y ha conseguido que el fiscal Jaime Moreno indicara que las imágenes de los Mossos d'Esquadra desalojando a unas decenas de concentrados en Economía el 20-S se grabaron cuando Sànchez y Cuixart ya habían desconvocado la protesta. Asimismo, Benet Salellas ha hecho notar que vídeos que la Fiscalía sitúa en la huelga del 3 de octubre corresponden en realidad a la protesta del 8 de noviembre, cuando el 155 ya estaba en vigor.
El fiscal Jaime Moreno ha considerado que no era necesario precisar si las imágenes correspondían a un colegio u otro porque “fue un clima en todos los colegios y todos los lugares”. Marchena ha cortado al fiscal y le ha pedido no entrar en valoraciones. Pero este era precisamente el objetivo del fiscal con el goteo de vídeos: mostrar que hubo un ambiente violento y hostil contra los agentes el 1-O en todos los colegios, que a su vez formaba parte de la supuesta estrategia rebelde para imponer la independencia por la vía de los hechos.
De ahí que tan solo se hayan visionado dos agresiones directas a antidisturbios –una patada y el lanzamiento de una silla a un guardia civil– y la mayoría de los vídeos hayan mostrado votantes con las manos en alto, entrelazados y gritando “votarem, votarem” antes de que intervengan agentes antidisturbios de la Guardia Civil y la Policía, que logran desalojarlos sin tener que usar las porras en muchos casos. Todo ello –la resistencia salpicada por agresiones a los agentes– define el ambiente violento que la Fiscalía ve en el procés, mientras que para las defensas no son más que el ejercicio de derechos fundamentales de reunión y manifestación.
En este sentido, tanto en los vídeos de lo sucedido el 1-O en los pueblos de Castellgalí, como en Sant Cebrià de Vallalta o Sant Andreu de la Barca o Sant Martí Sesgueioles, se ha visto cómo los antidisturbios de la Guardia Civil lograron vencer la resistencia de los votantes sin tener que usar las porras, simplemente apartando uno a uno a las decenas de concentrados, que a penas ofrecen resistencia.
Por contra, en Dosrius o Fonollosa, los agentes sí emplearon las porras para dispersar a los concentrados en los centros. Y en Sant Joan de Vilatorrada se escuchan gritos de “no pasarán” dirigidos a los policías, que también usan sus defensas. En este centro, los guardias civiles rompieron la puerta del colegio y una persona lanzó una una silla contra uno de los guardias que intentaban entrar, que terminó en el suelo.
Respecto al 20-S, ha destacado el vídeo de Sànchez y Cuixart subidos a un coche de la Guardia Civil frente al departamento, desconvocaron la concentración, y llaman a una nueva marcha al día siguiente frente al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC). La desconvocatoria de la protesta no fue bien recibida por parte de los concentrados, que afearon a los líderes de Òmnium y ANC que les envíen a casa. “Vosotros vais a casa, nosotros nos quedamos”, gritaron los concentrados a Cuixart y Sànchez.
En las grabaciones, de hecho, se ha podido comprobar que los 'Jordis' instaron a manifestarse en los sucesivos días con la “máxima tranquilidad” y tener una “actitud no violenta”. Y en una entrevista en RAC-1 exhibida por la Abogacía del Estado, Cuixart ya avisaba que la protesta se podría desconvocar a medianoche, como así sucedió. De los vídeos propuestos por las acusaciones también ha destacado uno del 21 de septiembre en el que Carme Forcadell llama a “responder” a las detenciones “con dignidad y sin caer en provocaciones porque somos un pueblo pacífico y lo haremos todo pacíficamente”.
Asimismo, en los vídeos se ha comprobado cómo los antidisturbios de los Mossos d'Esquadra desalojaron a golpe de porra a unas pocas decenas de concentrados que quedaban frente a Economía, en una acción que no acaba de encajar en la supuesta alianza entre la policía catalana y el Govern para impulsar el plan soberanista.
Vox, en línea con su papel más bien testimonial en este juicio, se ha adherido a los vídeos aportados por la Fiscalía y la Abogacía del Estado y no ha presentado grabaciones nuevas. Este miércoles será el turno de los vídeos de las defensas y cada parte podrá impugnar las grabaciones que considere oportunas.