Espaldarazo forense a Roger Español, el hombre que perdió la visión del ojo derecho el 1-O por una bala de goma de la Policía. Los informes médicos presentados este jueves al juzgado han confirmado que el joven sufrió un “estallido ocular” al recibir el impacto “a gran velocidad” de una bala de goma durante la intervención de la Policía Nacional contra el 1-O en los aledaños de la escuela Ramon Llull de Barcelona. La conclusión de los forenses llega dos días después de que el abogado de cinco agentes imputados pusiera en duda la autoría policial de las heridas de Español.
Según el informe, Español sufrió un “traumatismo directo muy intenso sobre el globo ocular derecho”, por lo que el forense considera que existe “una relación de causalidad positiva con el mecanismo de producción referido por el lesionado”, esto es, una bala de goma. “Por tanto, creemos que las lesiones son compatibles con el impacto a gran velocidad, probablemente de una pelota de goma”, concluye el forense en su informe, al que ha tenido acceso este diario.
La conclusión de los forenses supone un revés a la tesis de defensa de los cinco agentes representados por el abogado Antonio Suárez-Valdés. Este martes el letrado puso en duda que una bala de goma lesionara a Español y achacó las heridas a los “objetos” que, según su versión, los votantes lanzaron a la Policía. Por contra, los informes forenses han señalado que las lesiones que Español presentaba son “compatibles” con el impacto de ese tipo de proyectil, cuyo uso por parte de los Mossos d'Esquadra está prohibido en Catalunya desde 2015.
La letrada de Español, Anaïs Franquesa, del centro Irídia, ha celebrado el resultado del informe forense ya que, ha zanjado, “no hay ninguna duda” de que su cliente fue herido por una bala de goma. La abogada ha vuelto a pedir a la ciudadanía imágenes del momento del disparo a Español, ya que todavía no se ha identificado al agente concreto que lanzó la bala de gama. Español declarará también como investigado en diciembre por lanzar una valla a un agente.
En paralelo al informe forense, el juez sigue tomando declaración como imputados a los agentes que intervinieron en la escuela Ramon Llull. Este jueves cuatro escopeteros de la Policía investigados han justificado ante el juez el disparo de pelotas de goma en una situación de “odio extremo” en el que se defendían de un grupo de personas concentradas que les lanzaban adoquines, tornillos y todo tipo de objetos que, a su parecer, llevaban en el interior de mochilas.
Los policías han recalcado que se llevó a cabo de acuerdo con los protocolos del cuerpo, disparando desde 25 metros de distancia y procurando el rebote previo de la pelota, algo que no siempre se aprecia en los vídeos obrantes en la causa. “Los agentes están negando evidencias, no todos los tiros fueron reglamentarios”, ha afirmado la abogada Laia Serra, que representa a la acusación popular del Ayuntamiento de Barcelona. A juicio de Serra, las apelaciones de los agentes al ambiente de hostilidad y odio buscan “sobredimensionar” el grado de riesgo que en realidad sufrieron y justificar así los disparos.