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La generación de los 80 toma el Parlament

Eran solo unos niños cuando TV3 comenzó a emitir, en el primer lustro de los 80. Crecieron con 'Naranjito', a lo justo se acuerdan de Maradona con la camiseta del Barça y nunca pudieron votar en unas elecciones a las que se presentara Felipe González. Son la generación nacida entre finales de los 70 y principios de los 80, y en esta legislatura se han convertido en los reyes del Parlament y de la política catalana.

Roger Torrent, nacido en 1979, es miembro de esta generación, y esta semana se convirtió en el president del Parlament más joven de la historia. Aún más joven, de 1981, es Inés Arrimadas, ganadora de las elecciones y jefa de la oposición en la pasada legislatura. No muy lejos de ambos está Elsa Artadi, del 1976, persona de la máxima confianza de Puigdemont y cuyo nombre suena para sustituirlo en la presidencia. Y Marta Rovira, de 1977, la mujer que está al frente de la ERC con más poder de su historia moderna.

El proceso independentista ha sido una máquina de triturar carreras políticas que, junto a las recientes encarcelaciones y procesos judiciales abiertos, han acabado rebajando de forma considerable la mediana de edad. El Parlament actual tiene una edad media de 45 años, solo medio año mayor a la última legislatura, pero dos años más joven que la formada entre 2012 y 2015, que a su vez ya rejuveneció un año la anterior.

Si se observa por grupos, son las izquierdas las que tienden a rebajar esta mediana de edad. La CUP, con una media de 40 años, ERC y CatComú, con 42 años ambas, son las formaciones más jóvenes, aunque el cabeza de lista de los primeros, Carles Riera, es nacido en 1960 y está lejos de la pujante generación que vio nacer TV3. Pero la CUP cuenta con Vidal Aragonés (1979), Natàlia Sànchez (1983) y María Sirvent (1987) como exponentes de la bajada de edad. También cerca de aquella generación está el cabeza de lista de los comunes, Xavier Domènech, de 43 años, o la número dos, Elisenda Alamany, nacida en el 83.

En el lado contrario a la juventud de la CUP está Junts per Catalunya, el grupo mayor que roza una edad media de 50 años, y algo menos el PSC, que se va a los 47. Los dos grupos de medias más altas están dirigidos por dos hombres con más de 55 años. Pero ambos tienen mujeres jóvenes como número dos. Es el caso de la ya citada Artadi, y también de la socialista Eva Granados que, nacida en 1975, entra raspada en el grupo que ha roto el tapón generacional esta legislatura.

En el grupo de Ciutadans, que tiene una media de 44 años, también se ha notado la irrupción de la nueva franja de edad. Además de la propia Arrimadas, Fernando de Páramo, uno de los más estrechos colaboradores de la candidata, tiene solo 30 años. También el único fichaje que hizo el partido naranja en las pasadas elecciones, el tertuliano Nacho Martín Blanco, responde al mismo criterio, habiendo nacido en 1982.

Más mujeres mandando

Uno de los aspectos más polémicos de la constitución de la nueva Mesa del Parlament fue la absoluta falta de paridad, al elegir el pleno a solo una mujer, Alba Vergés, para siete asientos. Esto es especialmente sangrante cuando este pleno será el que más mujeres tenga de la historia, 59 en total, un 43,7% que eleva el sonrojante 38,5% de la pasada legislatura.

Con todo, un dato especialmente significativo en el conjunto de la política catalana es que el rejuvenecimiento que se ha experimentado ha venido acompañado de una feminización de los cargos de poder. No es menor que las tres principales candidaturas catalanes, Ciutadans, JxCat y ERC, estén dirigidas en la práctica por tres mujeres en la frontera entre la treintena y la cuarentena: Arrimadas, Artadi y Rovira.

La Mesa no paritaria es, sin embargo, otro signo de la pujanza de la generación que precede a los 'milenials'. Cinco de los siete están por debajo de los 45 años. Son el propio Torrent, de 38 años, los dos vicepresidentes Josep Costa (JxCat) y José María Espejo-Saavedra (C's) de 41 ambos, y los secretarios Joan García (C's), de 43 años, y Alba Vergés (ERC), con 39.

No solo en el Parlament

Mientras se mantenga la incógnita sobre la investidura de Puigdemont no se sabrá nada sobre la formación del nuevo Govern, y no habrá fecha para poder comprobar si el reinado de la generación de los 80 se extiende a los departamentos. Pero ya se puede afirmar que el rejuvenecimiento de la política catalana es un hecho que no se queda en el Parlament, sino que se ha generalizado en diferentes ámbitos de la vida pública.

Uno de los ejemplos más claros de esto es el rejuvenecimiento del PDeCAT, la antigua Convergència, dirigido por otra mujer joven de la generación de los 80: Marta Pascal, nacida en 1983. Junto a ella, su número dos, David Bonvehí, del 79. Algo similar pasa en ICV, donde los tres coordinadores, Marta Ribas, David Cid y Ernest Urtasun nacieron entre 1975 y 1982. Y otra cara conocida de este último año: Gabriel Rufián. El diputado de ERC en el Congreso nació el año que el mundial de fútbol se jugó en España.

Y, aunque más lentamente, también los nacidos al filo del año 80 se van haciendo fuerte en el mundo municipal. Ada Colau es del 74, igual que la alcaldesa de Santa Coloma, Núria Parlon. Por su parte el alcalde de Sabadell, el cupaire Matías Secarrant, nació en el 76. Pero el alcalde de una ciudad grande que ostenta el récord de juventud sigue siendo el mataronense David Bote (PSC), nacido en el 1982. La generación del Naranjito está ya tomando el volante del futuro.