“El Gobierno quiere convertir la Mesa del Parlament en un miniTribunal Constitucional”

El caso Forcadell ha cogido velocidad esta semana con una nueva citación judicial para la presidenta del Parlament. Además, la magistrada Maria Eugènia Alegret ha decidido imputar al secretario tercero de la Mesa, el dirigente de EUiA y diputado de Catalunya Sí Que es Pot (CSQP), Joan Josep Nuet (Reus, 1964).

Fue una decisión inesperada. La Fiscalía no se había querellado contra Nuet al valorar su “falta de voluntad” independentista, pese a que votó igual que sus compañeros de JxSí para que el pleno del Parlament debatiera sobre el referéndum.

El diputado proclama su inocencia y la de Forcadell. Se muestra elegante con Alegret, con quien mantuvo un intenso intercambio dialéctico hace unos meses, y considera que a la magistrada le ha tocado gestionar la “contradicción” de la Fiscalía. Nuet, uno de los pesos pesados del nuevo partido de Ada Colau, se desmarca del resto de la oposición del Parlament, que ya prepara elecciones, y asegura que los comuns no trabajan en otro escenario que no sea el del referéndum.

¿Se esperaba ser imputado?

No. Cuando la Fiscalía no me incluyó en la segunda querella contra Forcadell parecía que era una decisión meditada. Aunque es cierto que en los procesos politizados como este se entra o se sale de la causa en función del ambiente político. Todo el mundo está midiendo mucho lo que hace porque en función de qué pasos se den se podría llegar a perder el control de los acontecimientos.

Finalmente es la magistrada instructora, Maria Eugènia Alegret, quien le imputa. La Fiscalía no se había querellado, aunque había dejado la puerta a hacerlo en el futuro.

La jueza gestiona una contradicción evidente: ante el mismo hecho, la Fiscalía adoptó dos decisiones diferentes. Creo que los cinco miembros de la Mesa somos inocentes. Es un atrevimiento decir, como dice la Fiscalía, que tramitando la resolución sobre el referéndum en el debate de política general se despreciaba la Constitución. No creo que fuera mi voluntad ni la de mis compañeros de Mesa. El trámite fue usual, igual que los cientos que tramitamos cada semana. No vi en absoluto la trascendencia que le otorga la Fiscalía, que dice que retamos al Tribunal Constitucional.

¿Piensa que se ha optado por investigarlo por las críticas que hizo a la decisión de la Fiscalía de no incluirlo en la querella?las críticas que hizo a la decisión de la Fiscalía de no incluirlo en la querella

Es posible. La situación para jueces y fiscales es incómoda y contradictoria y el tiro les ha acabado saliendo por la culata. Los argumentos de la Fiscalía para no querellarse eran un ejemplo objetivo de la politización del caso Forcadell.

¿Qué le dirá a la jueza Alegret?

Prepararé de forma concreta el hecho, pero no me desdiré del fondo de lo que dije cuando declaré como testigo. Defenderé la votación de la Mesa donde permitimos la tramitación de una resolución sobre el referéndum en el pleno del debate de política general.

En julio se desmarcó de la decisión de Forcadell –por la que también está imputada– de trasladar al pleno la decisión de debatir las conclusiones del proceso constituyente. Ahora en cambio, sí permitió tramitar la resolución del referéndum. ¿Qué ha cambiado? trasladar al pleno la decisión de debatir las conclusiones del proceso constituyente

Son momentos diferentes. Existe la voluntad de decir que la declaración del 9-N infecta todas las decisiones parlamentarias posteriores. Pero las decisiones son diferentes. Con un análisis tan expansivo como el del Constitucional sobre la sentencia de anulación de la declaración del 9-N, un texto que también hablaba de políticas sociales o de refugiados, hay dos alternativas: que el Parlament prácticamente no pueda reunirse o que la Mesa tenga un secretario judicial al lado para que le diga qué puede tramitar o no. Y esto es inaceptable.

En el mismo debate de política general, de hecho, se aprueba una resolución sobre el referéndum impulsada por su grupo que no ha sido anulada.

Sí. Con esta vigilancia sobre el Parlament nos encaminamos a una suspensión del poder legislativo por parte del poder judicial en un determinado debate de ideas. Se está estableciendo un precedente en España en que hay un control sobre ideas políticas democráticas. Que debatir ideas políticas democráticas pueda conllevar la inhabilitación o ir a la cárcel es muy grave, sobre todo cuando, como en este caso, se está hablando de declaraciones y de debates de ideas, no sobre leyes.

Para el Constitucional y la abogacía del Estado, sin embargo, sí que todo deriva de la resolución del 9-N. E incluso los letrados del Parlamento han avalado esta interpretación. los letrados del Parlamento han avalado esta interpretación.

El Constitucional hace una anulación expansiva de la resolución del 9-N, hacia otros momentos y actos parlamentarios diferentes. Y nos dice a la Mesa que somos los garantes de mantener su visión expansiva. Creo que la tramitación de la resolución del referéndum no tenía la voluntad de romper la Constitución, como dice la Fiscalía.

Cinco de los ocho miembros de la Mesa del Parlament están investigados judicialmente. ¿Cómo afecta esto a la institución?

Es muy grave que, en un sistema democrático acabes investigado por facilitar un debate político. No nos hemos saltado el marco constitucional que dota de mecanismos de revisión a las decisiones de los poderes legislativo y ejecutivo. Hemos llegado a un punto donde la cuestión ya no es sobre la constitucionalidad o no de una iniciativa, sino sobre si de forma previa la Mesa del Parlament tiene que controlar la constitucionalidad de las iniciativas.

¿Cree que este intento de control irá en aumento?

El Constitucional y el Gobierno del Estado quieren controlar el proceso soberanista, pero el proceso tiene un marco mucho más amplio que las instituciones: movilizaciones de millones de personas, una mayoría social favorable a resolverlo con un referéndum... Controlar esto es muy difícil. Han optado por concentrarse en unas pocas personas para intentar que sean las cabezas de turco del operativo. Ahora le ha tocado a la Mesa del Parlament, antes a los condenados por el 9-N y quizás en el futuro al actual Govern. Ir más allá es muy difícil. Esperan que, con estas acciones ejemplarizantes, los que puedan venir después se asusten y se lo repiensen.

¿Como miembro de la Mesa, se siente limitado en el ejercicio de sus funciones?

Me siento vigilado, pero el nivel de convicción con las ideas que tengo es potente y no renunciaré a ellas. ¿Si empezáramos a renunciar a nuestras ideas por autocensura, hasta dónde llegaríamos? Las ideas deben ser libres y deben poder seguir expresándose en el Parlament.

¿Cree que el Parlament y su Mesa volverán a estar en el punto de mira de la Justicia en los próximos meses?

La voluntad del Gobierno es convertir la Mesa del Parlament en un miniTribunal Constitucional. Pero no lo vamos a permitir. Si lo hiciéramos nos equivocaríamos. Igual que creo que no hay voluntad de romper la Constitución, sí creo que se quiere cuestionar el orden establecido. Nosotros lo llevamos en el programa electoral cuando decimos que queremos un proceso constituyente que repiense toda la estructura jurídica del país. Queremos hacer cambios profundos y radicales, y evidentemente no vamos a renunciar a hacerlos.

La CUP ha pedido que CSQP se sume a la vía unilateral tras su imputación. ¿Qué le responde?

Creo que este tipo de debates están muy impregnados de partidismo. No quiero entrar en el debate sobre referéndum unilateral o pactado porque creo que no ayuda al bloque del referéndum. Prefiero referirme siempre al referéndum como efectivo y vinculante. Son conceptos suficientemente potentes para hablar del referéndum y ayudan a tener más transversalidad y a mantener la mayoría del 80% favorable al referéndum.

Esta semana ha sido elegido secretario del nuevo partido de los comuns. ¿Trabajan en un escenario de referéndum y elecciones?

Trabajamos con el escenario referéndum. Algún día u otro acabará habiendo elecciones pero sería un error pasar la pantalla del referéndum para colocarnos en una mentalidad de precampaña. La pantalla del referéndum está viva y le dedicamos toda la energía sin partidismo ni electoralismo. Hemos defendido el referéndum cuando nadie creía en ello.

¿En septiembre habrá referéndum o será un nuevo 9-N?

No me imagino un escenario sin referéndum. Lo tenemos que conseguir, tenemos derecho a hacerlo y en ello cree una mayoría de los ciudadanos.

¿También en un referéndum convocado desde las instituciones catalanas sin acuerdo con el Estado?

El referéndum lo tienen que convocar las instituciones catalanas. Con el Estado debemos dialogar y es una pantalla que todavía no hemos pasado aunque evidentemente es difícil. El escenario de acuerdo y de diálogo con el Estado y de la vía escocesa no se debe abandonar. El PP dirá que no, pero nosotros no tenemos que renunciar. Muchísima gente del Estado, en especial mucha gente joven, quiere un referéndum acordado mutuamente y eso tiene un potencial al que no renunciaremos.