La incógnita sobre cómo el Govern de la Generalitat elaboró el censo del referéndum del 1-O comienza a despejarse según avanza la investigación en el juzgado número 13 de Barcelona. Una libreta incautada al número dos de Oriol Junqueras, en la que el político anotaba sus reuniones, tareas y comentarios diversos, revela que el Ejecutivo catalán pensó en los registros de población del Instituto de Estadística Catalán (IDESCAT) como posible fuente de los datos que necesitaba.
En la libreta 'Moleskine' incautada por la Guardia Civil el día 20 de septiembre en el registro de su casa, el secretario general de la Vicepresidència, Josep Maria Jové, anotó una reunión que se produjo el día 1 de agosto de 2016 con el director del IDESCAT, Frederic Udina, en el comienzo de los trabajos para diseñar el que acabaría siendo el referéndum del 1 de octubre de 2017.
Según el informe elaborado por la policía judicial, como fruto de aquella reunión, Jové apuntó: “Padrones actualizados. Los ayuntamientos lo pasan al INE [Instituto Nacional de Estadística] que los trata, elimina duplicidades. INE cada tres meses lo envía al IDESCAT”.
El exsecretario general de la Vicepresidència enumeró además qué datos incorporaba este registro de población. “Fichero con nombre, dirección, nacionalidad, fecha de nacimiento”, escribió en su libreta Jové. En sus anotaciones se observa asimismo la búsqueda de formas alternativas de conseguir los registros de los que dispone el instituto público: “IDESCAT pasa copias al CATSALUT (convenio y traspaso datos de tarjeta sanitaria), a dirección general de atención ciudadana y a Oficina Antifraude de Catalunya”.
También se apunta la forma en la que se obtuvo un censo para la consulta del 9 de noviembre del 2014: “Convenio con Governació”, escribió Jové, “Registro de Población de Catalunya. Día decreto convocatoria”.
La anotación en el diario del secretario general apunta a que el referéndum comenzó a prepararse antes de lo que se pensaba, pues la reunión con Udina se produce casi dos meses antes de que Carles Puigdemont anunciara su intención de celebrar un referéndum, a finales de septiembre de 2016. La elaboración del censo siempre fue uno de los grandes nudos que resolver para poder preparar el referéndum.
Esta nueva revelación apunta ahora al IDESCAT como fuente probable de los datos censales que se utilizaron el día 1 de octubre, bien de forma directa o bien a través de terceros a los que el instituto cede su información. Una utilización que, por ser el referéndum ilegal, podría considerarse contraria a la ley de protección de datos por parte de los tribunales.
De hecho, el pasado 5 de diciembre la Policía, por orden del juez, registró el IDESCAT en busca el censo del 1-O, después de que el magistrado que investigó los preparativos del 1-O haya asumido las pesquisas sobre el uso de datos personales para la votación.