“Marchena pasa de estar en el equipo rival a ser el árbitro”. Con esta frase lapidaria explicaba una fuente política independentista un pensamiento que se ha extendido en el soberanismo catalán tras conocer que el hasta ahora presidente del tribunal que juzgará a los líderes del 'procés' dejará esa plaza para convertirse en el presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Los independentistas han recibido con escepticismo los cambios en la cúpula judicial que se han ido conociendo entre el pasado fin de semana y el lunes. Respecto al cambio en el CGPJ, la consellera de Justicia, Ester Capella, ha escrito en Twitter: “Más caída libre #Marchena”. Con este críptico mensaje hacía referencia a uno anterior, escrito cuando el Tribunal tomó la decisión sobre el impuesto a las hipotecas, donde aseguraba que el Supremo estaba en “caída libre”.
“Peor que con Lesmes no será”, explica otra de las voces con peso en el mundo jurídico independentista. Él hace una valoración menos dramática sobre el nombramiento, asegurando que el expresidente del CGPJ, Carlos Lesmes, había generado un “clima asfixiante”. “Manuel Marchena es tan conservador como él, pero es más dialogante y evita el conflicto. Por tanto, si hay una mayoría progresista, eso se tiene que notar necesariamente”, explica el independentista.
ERC ha sido más severa en su reacción al nombramiento. Según ha explicado la portavoz Marta Vilalta, los republicanos consideran que se le “premia” por haber actuado “contra el independentismo”. “Parece que tengan recompensa por los servicios prestados”, ha explicado la portavoz. En el mismo tono se ha expresado David Bonvehí, quien ha asegurado que la nueva situación en el Supremo no les da “ninguna esperanza” de cara al juicio.
Otro aspecto que ha irritado a los independentistas es que el PSOE haya pactado con el PP para nombrar a otro presidente del CGPJ que alinean con las tesis conservadoras. A juicio del portavoz de JxCat, Eduard Pujol, los socialistas van “demasiadas veces del brazo del cerebro de la represión en Catalunya”. Con todo, igual que el resto de formaciones, JxCat no considera que el cambio tenga trascendencia en la causa contra los líderes independentistas.
Sin efectos en el juicio, según las defensas
Entre las defensas, el cambio del presidente de la sala que juzgará a los líderes soberanistas se ha recibido con escepticismo. “Peor no puede ser, pero no tiene por qué ser mejor”, han sintetizado las fuentes consultadas sobre el magistrado Andrés Martínez Arrieta, que sustituirá a Manuel Marchena al frente del juicio al 'procés' y previsiblemente será el encargado de redactar la sentencia.
Las mismas fuentes coinciden en considerar a Marchena el principal impulsor entre bambalinas de la línea dura y más beligerante contra los líderes del 'procés', lo que se ha denominado 'doctrina Llarena', en referencia al magistrado instructor de la causa. “Hacía tiempo que se vislumbraba la candidatura de Marchena al CGPJ, es evidente que ha habido un cambio de cromos de PP y PSOE, pero esto no afecta al juicio al 'procés'”, han sostenido.
En este sentido, dos de las fuentes consultadas trabajan con el escenario de que Martínez Arrieta –“un buen jurista a nivel técnico”, señalan– tendrá el mismo objetivo que Marchena, esto es, que el juicio al 'procés' acabe con una sentencia que cuente con la unanimidad de los siete magistrados que formarán el tribunal, incluidos los progresistas Luciano Varela y Ana Ferrer.
Con la salida de Marchena, la sala también deberá nombrar a otro magistrado que ocupe el séptimo puesto del tribunal del “procés”. Según la agencia EFE, la progresista Susana Polo será la magistrada que entrará formar parte del tribunal. De esta forma, el tribunal quedará formado por un presidente moderado –Martínez Arrieta es miembro de la asociación Francisco de Vitoria, menos conservadora que la mayoritaria Asociación Profesional de la Magistratura–, y los magistrados Juan Ramón Berdugo, Antonio del Moral, Andrés Palomo, Luciano Varela, Ana Ferrer y Susana Polo.
Sobre el equilibrio entre conservadores, progresistas y moderados –como Martínez Arrieta– en el tribunal, una tercera defensa recuerda que un juez progresista como Alberto Jorge Barreiro (que no formará parte del tribunal) ha sido uno de los encargados de confirmar todas y cada una de las decisiones del conservador juez Llarena durante la fase de instrucción, como por ejemplo las prisiones provisionales de los líderes del 'procés'.
“Si algún partido político en Madrid quiere promover el 'run-run' de que habrá un giro en el tribunal, es libre de hacerlo, pero aquí no nos movemos por rumorología, sino por hechos, y hechos no hay”, asevera una de las defensas consultadas. De hecho, todos los abogados están centrados en preparar los escritos de defensa, el primer paso para intentar que la Fiscalía rebaje la acusación por rebelión al final de la vista oral, que será uno de los mayores retos (por no decir quimera) de las defensas en el juicio al 'procés'.