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Un inspector de Policía afirma que entre sus “labores de control” durante el 1-O figuraba valorar “la actitud” de los Mossos

Antidisturbios y agentes del servicio de Información el 1-O cogiendo urnas

Oriol Solé Altimira

Las vigilancias y contravigilancias entre cuerpos policiales el día del referéndum han centrado la sesión del juicio del procés de este miércoles. Además de reiterar las acusaciones de seguimientos hacia los Mossos d'Esquadra, un inspector del servicio de Información de la Policía Nacional ha aportado una novedad y ha explicado que entre sus tareas durante el 1-O figuró valorar la “actitud” de la policía autonómica, esto es, si los mossos eran proactivos o pasivos a la hora de cerrar los centros.

En su declaración testifical en el Supremo, el inspector de Información encargado de los centros del barrio de Gràcia de Barcelona y de una escuela de L'Hospitalet de Llobregat ha detallado que entre las “labores de control” que tenía encomendadas el día de la votación a la votación figuraba “ver la cantidad de personas” que había dentro y fuera de los centros o cerciorarse de “si había votación”. “Y obviamente también la actitud de la policía autonómica”, ha apostillado.

“¿Y cuál fue la actitud?”, ha preguntado el fiscal Fidel Cadena. “De total pasividad, había dos mossos por la mañana y por la tarde y no nos ayudaron”, ha respondido el inspector. Otros dos agentes de Información que intervinieron en dos centros de Barcelona han ido más allá y no solo han señalado a los mossos por su inactividad para cerrar el punto de votación, sino que han insinuado que agentes de la policía catalana de paisano les siguieron y controlaron sus movimientos.

Los dos agentes han asegurado que un vehículo “de Presidencia de la Generalitat” siguió a las unidades de orden público del cuerpo que intervinieron en el centro Joan Boscà de Barcelona el 1-O. Detectaron, han explicado, que el coche era de la Generalitat tras constatar que dos personas “con material policial oculto” se subían al mismo.

En el turno de las defensas, las preguntas del abogado del exconseller Forn, Xavier Melero, han intentado desmentir los presuntos seguimientos o apuntar por lo menos a que fueron mutuos entre los servicios de Información de la Policía y los Mossos d'Esquadra. Melero, con sus preguntas, ha puesto un espejo frente al testigo, que ha terminado por reconocer que, al igual que sus supuestos espías, también vestía de paisano y se movió el 1-O en un coche sin logotipar.

La cuestión de los presuntos seguimientos de los Mossos a los cuerpos estatales ha venido apareciendo en varias sesiones del procés, pero hasta ahora no se habían descrito por sus supuestas víctimas. Los mandos máximos de Policía y Guardia Civil no han dudado en acusar a la policía autonómica de espiar a los agentes sobre el terreno, algo que han desmentido con contundencia los jefes de los Mossos.

Es más, el comisario Ferran López, número dos de Trapero, explicó que desde el centro de coordinación de los Mossos se pidió a los agentes sobre el terreno saber dónde estaban actuando Policía Nacional y Guardia Civil el 1-O para no enviar unidades de orden público de la policía catalana al mismo centro. Dicha petición, abundó, no respondía a una voluntad de seguir a los cuerpos estatales sino que se cursó porque Policía y Guardia Civil no cumplieron “lo pactado” y actuaron por su cuenta, sin avisar antes a los Mossos d'Esquadra.

En suma, lo que se desprende del conjunto de declaraciones es que cuerpos estatales y autonómico se dedicaron a controlarse mutuamente durante el día de la votación debido a la profunda desconfianza que emergió por el dispositivo policial.

Ponsatí y Marín

Del resto de declaraciones de la jornada han destacado la aparición de la exconsellera de Enseñanza Clara Ponsatí, que permanece en Escocia, y la alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), Núria Marín (PSC), por boca de dos inspectores de la Policía Nacional.

El primer uniformado ha situado a Ponsatí como la persona que “llevaba el protagonismo” en la “resistencia” organizada a las puertas de la conselleria de Enseñanza para evitar la actuación policial el 1-O. “Estoy en mi casa, no me voy”, señalaba a los funcionarios mientras se agarraba fuertemente a un varón que resultó ser su escolta, según el testigo.

El segundo inspector ha afirmado que Marín les “increpó” cuando intervinieron en un centro de L'Hospitalet, pero niega que las críticas de la alcaldesa provocaran que cesaran las actuaciones en la localidad. “Nos dijo que por qué habíamos entrado en el colegio y calificó los hechos de violentos”, ha explicado, y ha añadido que intervinieron a las 13:15h. porque hasta entonces no se les asignó una unidad de intervención (antidisturbios).

En ese mismo centro de L'Hospitalet se produjo el episodio de mayor tensión entre agentes y votantes. Un comisario quedó atrapado por el pie en la puerta del centro debido al cierre “violento” de la misma por parte de los concentrados, han explicado dos agentes. “La gente me empujaba y yo tenia el pie atrapado, lo pasé bastante mal, pero no pararon de golpear en la puerta y escupían e insultaban”, ha recordado el comisario.

Según el comisario, la intención de quienes cerraron la puerta era que no siguieran entrando más policías al centro, aunque ha ironizado que supone que esas personas “serían conscientes” de que le estaban “haciendo daño”. Posteriormente, ha afirmado que no acudió a ningún centro sanitario porque el dolor remitió a las pocas horas.

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