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Junts descarta la moción de censura contra Orriols y allana el terreno para que la ultra mantenga la alcaldía de Ripoll

La alcaldesa de Ripoll Silvia Orriols se somete a una cuestión de confianza, este jueves en el ayuntamiento de la localidad gerundense. EFE/Siu Wu

Pol Pareja

Barcelona —
18 de febrero de 2025 14:16 h

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Junts ha dado este martes un portazo a la moción de censura que se venía preparando en Ripoll desde hace semanas junto a ERC y PSC para echar a su alcaldesa, la islamófoba Sílvia Orriols.

En un comunicado firmado tanto por la dirección nacional como por la agrupación local, el partido de Puigdemont rechaza participar en el acuerdo para echar a la líder de Aliança Catalana, que gobierna Ripoll (Girona, 10.000 habitantes) en minoría y no ha logrado aprobar los presupuestos municipales desde las pasadas elecciones.

Junts justifica su decisión señalando que “no es viable sustituir un gobierno en minoría por otro gobierno en minoría” ante el riesgo de que la ciudadanía “crea que se trata de un simple cambio de sillas”. A su vez, señala el comunicado, el partido no quiere que la alcaldesa “aumente el victimismo” ni “atice la confrontación social” en el caso de verse expulsada del Gobierno municipal.

Con todo, el concejal de Junts en el Ayuntamiento de Ripoll, Ferran Raigon, ha negado que su partido haya roto ningún acuerdo con otros grupos. “No había ningún pacto suscrito. Ha habido conversaciones. Hemos tomado una decisión y estamos convencidos del cambio”, ha expresado en rueda de prensa.

El concejal de Junts también considera que el nuevo alcalde o alcaldesa que surja de una hipotética moción de censura “debe ser fuerte” y contar con un “gran apoyo popular” y se emplaza a revertir la situación “a través de las urnas” y no “en los despachos”.

En la misma línea se ha expresado el secretario general de la formación, Jordi Turull, quien ha asegurado que el objetivo de Junts “no es sólo hacer un gobierno alternativo, sino gobernar bien. Catalunya nunca ha prosperado con el discurso de odio entre los suyos”.

La decisión ha despertado las críticas entre el resto de grupos de la oposición, sobre todo en ERC. La secretaria general del partido, Elisenda Alamany, ha considerado “curioso” que Junts “dé lecciones de valentía pero, en cambio, haya sido incapaz de construir una alternativa” y le hayan “temblado las piernas”. Los republicanos apuntan a motivos partidistas y se preguntan si los de Puigdemont entrarán en el gobierno de Ripoll “en algún momento”.

La decisión de Junts pone las cosas fáciles a Orriols para que pueda acabar la legislatura y tirar adelante sus cuentas. La alcaldesa perdió una cuestión de confianza el pasado 25 de enero y, en caso de que no se logre articular un acuerdo para echarla antes del 24 de febrero, las cuentas de Aliança Catalana se verían aprobadas automáticamente y Orriols podrá acabar los dos años de mandato que le quedan.

El lunes por la tarde parecía que las tres principales fuerzas de la oposición habían llegado a un acuerdo para desbancar a Orriols. El PSC, que inicialmente solo se había comprometido a echar a la alcaldesa pero no quería entrar en el Ejecutivo municipal, aceptó adherirse al nuevo gobierno que surgiera tras la moción de censura. El portazo de Junts difumina esta opción y allana el camino a Orriols para acabar la legislatura con comodidad.

El presidente del grupo parlamentario de los socialistas, Ferran Pedret, ha afeado a Junts que “contemporice con la extrema derecha” pensando en las próximas elecciones. Así lo ha dicho en una publicación en X en la que también advierte a los de Puigdemont que quien colabore con fuerzas ultras “será devorado por el monsturo al que alimentan”.

Desde el día después de los comicios municipales, en las que Orriol se impuso con el 30% de los votos y obtuvo seis ediles (la mayoría está en nueve), las distintas fuerzas locales coquetearon primero con un pacto alternativo y posteriormente con una moción de censura. Los partidos, sin embargo, no lograron ponerse de acuerdo debido a que un sector del municipio prefería que la candidata ultra obtuviera el poder y se demostrara que no podía llevar a cabo todas sus promesas.

Apenas un año después, Orriols irrumpiría en el Parlament con dos diputados y se convertiría en una figura ascendente en la política catalana gracias a su mensaje contra la inmigración. La última encuesta el Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) vaticinaba que la islamófoba podría llegar a obtener hasta siete diputados e identificaba su principal caladero de votos en los votantes desencantados de Junts.

Ahora, el partido de Puigdemont ha preferido no confrontar con un espacio ideológico que colinda con sus votantes a pesar de criticar duramente el “régimen personalista” implantado por la líder de Aliança Catalana en el municipio.

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