JxCat ha cedido finalmente ante ERC y ha aceptado que sus diputados ausentes presenten un escrito ante el Parlament por el que delegan el voto de acuerdo con el acuerdo del pasado martes. La formación de Carles Puigdemont acepta así que sus diputados tengan sus derechos traspasados a un miembro de su grupo, posibilidad abierta por el magistrado Llarena en el auto de suspensión y a la que ERC se había acogido.
El acuerdo ha llegado después de horas de tensión, en las que ha habido reproches cruzados entre los grupos independentistas, mientras el pleno ha quedado aplazado durante 8 horas. La negativa de JxCat a presentar el escrito a la Mesa ha hecho peligrar la mayoría independentista en las votaciones de iniciativas parlamentarias que debían celebrarse durante la jornada. Finalmente JxCat y ERC han celebrado una reunión de máximo nivel presidida por Quim Torra y Pere Aragonés, en la que se ha acabado pactando una solución de compromiso.
El acuerdo implica que los diputados de JxCat, incluyendo Carles Puigdemont entregarán a la Mesa un documento firmado según el cual reafirman la delegación de voto hecha en mayo pasado, ahora haciendo referencia al dictamen aprobado el pasado martes. Es exactamente lo que el presidente del Parlament, Roger Torrent, les reclamaba a las 11 hora de la mañana, y que el grupo postconvergente se negaba a registrar. Finalmente ha aceptado hacerlo, pero reiterando que sus diputados no están suspendidos y que no acatan la resolución de Llarena.
La discrepancia entre los partidos ha estallado cuando JxCat se ha negado a que sus diputados designasen a otro parlamentario para ejercer sus derechos, tal y como preveía el acuerdo aprobado por el pleno el martes pasado. A partir de aquí, ERC ha considerado que sus socios habían roto el pacto que alcanzaron la semana pasada. “Nos han engañado”, ha llegado a exclamar un dirigente republicano.
Los letrados del Parlament, por su parte, ya habían señalado que la única vía posible era que los grupos designasen a los sustitutos de los diputados procesados. En la mesa celebrada este jueves por la mañana el secretario general de la Cámara ha explicado que las delegaciones de voto de mayo pasado habían decaído con el auto del Supremo que suspendía a seis parlamentarios.
Finalmente, los seis quedarán sustituidos pero, teóricamente, no suspendidos, según el acuerdo del Parlament. Esta fórmula permite salvar la crisis parlamentaria de esta semana y mantener la mayoría para sacar adelante las iniciativas en la Cámara. Sin embargo la estabilidad del Govern de Quim Torra ha quedado más que tocada tras este capítulo. Una crisis que llega después de una semana en la que ha recibido fueres criticas desde la propia base electoral independentista.