Los candidatos encarcelados de JxCat borrado este sábado las líneas rojas para investir a Pedro Sánchez. En un artículo publicado en La Vanguardia, Jordi Sànchez, Jordi Turull, Josep Rull y Joaquim Forn han ofrecido al líder del PSOE facilitar su investidura a cambio de que se abra a una solución dialogada para Catalunya que incluya el referéndum de autodeterminación como opción. Su actitud, prometen, estará encaminada a “desbloquear” y a evitar la “inestabilidad” si encuentran voluntad de diálogo por la otra parte.
El mensaje de los presos de JxCat derriba cualquier barrera que desde su partido se haya sugerido en la línea de endurecer la posición mantenida en la negociación de los presupuestos entre Sánchez y el independentismo el invierno pasado. Al contrario, Sànchez, Turull, Rull y Forn aseguran que su objetivo en el Congreso será buscar “una interlocución fuerte para resolver la crisis”. “Este camino de solución en, precisamente, lo que vamos a desbloquear”, aseguran.
Pero este compromiso para facilitar un Gobierno de izquierdas en España no es, advierten, un cheque en blanco. La propuesta, tal y como la concretan en su carta, es que Sánchez acepte un diálogo que “no niegue el referéndum como opción”, es decir, una mesa en la que la autodeterminación pueda ser defendida por los partidos independentistas.
De llegarse a ese escenario, similar a la mesa de partidos pactada en la Declaración de Pedralbes de diciembre pasado, los líderes de JxCat advierten que mantendrán “una posición inequívoca y clara en el diálogo”, en referencia a su propuesta por un referéndum sobre la independencia, pero a su entender, eso no será una “barrera infranqueable si hay buena voluntad de dialogar”.
De los firmantes de la carta, tres de ellos, Sànchez, Turull, Rull, se presentan por JxCat a estas elecciones generales como cabezas de lista por las circunscripciones de Barcelona, Lleida y Tarragona respectivamente, mientras que el cuarto, Forn, es el cabeza de lista al ayuntamiento de Barcelona de la misma formación. En su mensaje, los cuatro afirman que no pedirán perdón por el 1 de octubre, porque fue “la expresión libre de la voluntad de más de 2,3 millones de personas que se reivindicaron en tanto que ciudadanos”.
En un sentido similar se había expresado unos días antes el líder de ERC, Oriol Junqueras, también candidato a las generales. En una carta a la militancia republicana, el exvicepresident reclamó no poner condiciones incumplibles ante una posible investidura de Sánchez. “Nadie debería cometer el error de fijar líneas rojas que a la hora de la verdad se conviertan en un cheque en blanco para un Gobierno tripartito de extrema derecha”, estableció Junqueras, quien se mostró partidario de que su partido evitara a toda costa tanto un Gobierno de derechas como un pacto entre el PSOE y Ciudadanos.