La cúpula de Junts per Catalunya (JxCat) y el president de la Generalitat, Quim Torra, han viajado este lunes a Bélgica para reunirse con el expresident Carles Puigdemont y analizar el escenario de cara a la investidura de Pedro Sánchez. De anuncios en este sentido pocos, por no decir ninguno: JxCat se mantiene en el 'no', reclama poder debatir sobre la autodeterminación y, al igual que ERC, no tiene prisa para que se forme un Gobierno. La única novedad ha sido la insinuación que han lanzado los dirigentes posconvergentes sobre una posible vuelta de Carles Puigdemont a España si la Justicia europea le reconoce como eurodiputado y, en consecuencia, puede gozar de inmunidad hasta que la Eurocámara decida si se la retira.
No ha sido Puigdemont el encargado de presentar este amago de retorno. Pese a que JxCat había anunciado la comparecencia del expresident y de Torra, media hora antes de que empezara la rueda de prensa el partido ha comunicado que darían cuenta de la reunión la portavoz en el Congreso, Laura Borràs, y los dirigentes del grupo en el Parlament Albert Batet y Eduard Pujol.
Batet ha explicado que JxCat tiene puestas “muchas esperanzas” en la sentencia que emitirá el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) el próximo 19 de diciembre sobre la inmunidad de Oriol Junqueras, que influirá en la demanda presentada por el expresident al versar sobre los mismos aspectos. Pero a diferencia de Junqueras, Puigdemont no está condenado en firme por el Supremo, por lo que no está inhabilitado para ocupar cargos públicos y, si el TJUE le da la razón, podría tomar posesión de su euroescaño.
Preguntado explícitamente por si Puigdemont tiene intención de volver a Catalunya en caso de obtener la inmunidad, Batet ha recalcado que esta sería “total”, con “todos los derechos y garantías” y, en consecuencia, ha añadido, el expresident tendría “libertad de movimientos”. Batet incluso ha recordado que Puigdemont es “su candidato permanente” a la presidencia de la Generalitat al responder a una pregunta sobre qué diputado aspiraría a suceder a Torra una vez el actual president sea inhabilitado por el caso de los lazos.
Respecto a la investidura, Laura Borràs, que está a un paso de ser imputada por el Supremo por presuntamente dar contratos a dedo a un amigo, ha quitado importancia al hecho de que el PSOE y Podemos puedan llegar a un acuerdo con ERC al margen de JxCat, y ha recordado que ambas formaciones independentistas ya votaron distinto en el pasado debate de investidura en julio pese a que comparten Govern.
“El PSOE busca la investidura de Pedro Sánchez y JxCat busca una solución política para Catalunya”, ha afirmado Borràs, que ha confiado en poder poner fecha a una nueva reunión con el PSOE tras la que mantuvo la semana pasada con la portavoz socialista en el Congreso, Adria Lastra. Para que JxCat cambie su 'no' a Sánchez, ha advertido Borràs, el PSOE deberá aceptar “debatir sobre el derecho a la autodeterminación y la represión” en un marco de “respeto y reconocimiento institucional” hacia su formación y el president de la Generalitat. En cualquier caso, Borràs ha situado el debate de investidura para después de fin de año: “No hay prisa ninguna”.