La secretaria general de ERC, Marta Rovira, rechaza por ahora regresar a Catalunya porque siente que no tiene las “suficientes garantías” de que no será encarcelada. “Hay muchas preguntas pendientes de resolver que hoy no podemos responder”, ha señalado en una entrevista en Rac1, la primera que concede después de la reforma del Código Penal.
Rovira, que ha calificado de “lío brutal” su situación judicial, reside en Suiza desde que en marzo de 2018 decidiera huir a Ginebra después de que el juez Llarena la dejara en libertad bajo fianza. Rovira, sin embargo, tiene una orden de detención en España en vigor tan solo por un delito de desobediencia, que no implica penas de cárcel. En su último auto, el juez Llarena concretó que la orden de detención nacional contra la secretaria general de ERC es tan solo para ser conducida ante el magistrado para poder tomarle declaración, por lo que después quedaría en libertad a la espera de juicio.
Según Rovira, hay que esperar a ver como la sala que dictó la sentencia del 1-O interpreta el nuevo Código Penal y ha recordado que ha estado cinco años acusada de rebelión y solo 15 días por desobediencia, a través de una interlocutoria que según ella “no es firme”. Además, la secretaria general de ERC se ha preguntado si la Audiencia Nacional tiene abiertas causas “secretas” que la afecten puesto que, según ha dicho, ha estado víctima del caso Pegasus. “Es muy difícil calcular el riesgo. En el momento que crea oportuno, tomaré la decisión y la explicaré a todo el mundo”, ha resumido.
Rovira considera que podría estar investigada en la causa del Tsunami Democràtic (la plataforma que lideró las protestas de la sentencia del procés), una investigación que hace más de tres años que permanece bajo secreto. Los magistrados de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional instaron el pasado diciembre al juez instructor a justificar por qué mantiene en secreto la investigación a esta la plataforma.
Rovira también ha contradicho al abogado Gonzalo Boye y ha asegurado que no tiene ningún pacto con la fiscalía para regresar. “Me acusa de traición después de que yo haya entregado mi vida”, ha señalado. La secretaria general de los republicanos considera que detrás las declaraciones “políticas” de Boye hay un “interés político” en “desgastar” a ERC.