La Guardia Civil ha vuelto a registrar este jueves la sede de Òmnium Cultural, la entidad que, junto a la ANC, está en el punto de mira de los tribunales que investigan el movimiento independentista. Los agentes buscan pruebas de si la publicidad del 1-O la pagó Òmnium a través de transferencias opacas recibidas del Govern. Las cuentas oficiales de la asociación indican sin embargo que su principal músculo financiero no son las donaciones, pagos ni subvenciones, sino las cuotas de los socios, que les han reportado hasta 11,8 millones de euros desde el inicio del 'procés'.
Del análisis de la contabilidad oficial y auditada de los ejercicios de 2016, 2015, 2014 y 2013, correspondientes a las disponibles sobre las dos legislaturas independentistas, se desprende que las cuotas de sus afiliados permitieron a la entidad pagar hasta el 85% de sus gastos, que ascendieron a 13,9 millones de euros en total.
La entidad tiene las auditorías de sus cuentas anuales publicadas en la web hasta el año 2006. Según indican fuentes de Òmnium, la contabilidad del año 2017 se está cerrando en estos momentos, por lo que aún no pueden ofrecerla. Estas mismas fuentes informaron cuando acabó el registro de que la Guardia Civil se llevó, entre otras cosas, la contabilidad original entre los años 2016 y 2018. El interés de la investigación se centra en las aportaciones públicas hechas a la entidad, tanto las oficiales como las que pudieran estar camufladas en otras partidas de ingresos, si las hubiera.
La contabilidad oficial indica que las subvenciones oficiales recibidas son 848.100 euros en total entre los cuatro ejercicios analizados, lo que corresponde con una media del 6% de su presupuesto global. Una cantidad que además se ha ido reduciendo año tras año, de los 201.000 euros recibidos en 2013 a los 144.400 de 2016. Ese último año, la entidad afirma que solo pagó con subvenciones el 3,2% de su presupuesto, que fue uno de los más altos, rozando los 4,5 millones de euros.
Este era el gráfico que este jueves difundía la entidad para reflejar el peso de las subvenciones en su contabilidad:
La lista de entidades de las que recibe subvenciones, siempre vinculadas a actividades culturales o educativas concretas, también aparece en las auditorías públicas. La Generalitat no aparece en ellas, pero sí diversos ayuntamientos, diputaciones o consejos comarcales. Por ejemplo, en 2016 la administración que más subvencionó fue la Diputación de Barcelona, con una aportación de 90.000 euros. En cambio, en 2015 lo fue el ayuntamiento de Barcelona, que en la última administración CiU otorgó 80.000 euros. El año anterior Trias le había dado 160.000 euros.
En paralelo, las aportaciones de los socios han ido creciendo en cifra total, aunque no necesariamente en porcentaje sobre el gasto. En 2013 las cuotas de los socios dieron a la entidad 2,15 millones (el 82% de su presupuesto), en 2014 subió a 2,7 (86%), en 2015 3,3 (92%) y en 2016 quedaron en 3,7 millones de euros (82% del gasto presupuestado). La diferencia entre las cuotas de los socios y las subvenciones corresponde a conceptos diversos, como donaciones e ingresos por actividades (232.000 euros en 2016), promociones y patrocinadores (182.000 euros) o ventas y prestación de servicios (126.000 euros).
El aumento de los ingresos por cuota tienen que ver con el aumento del número de socios de la entidad. Òmnium aseguraba en 2015 que tenía 50.000 socios, pero el pasado 10 de marzo anunció haberlos doblado en los últimos tres años, hasta alcanzar los 100.000 afiliados.
A la vez, este modelo de financiación es una novedad en la entidad, que hasta 2012 recibía cuantiosas subvenciones directas que representaban entre un tercio y hasta la mitad de sus ingresos en años anteriores. En 2009, por ejemplo, las subvenciones sumaron más de 1,5 millones de euros, casi tres veces lo que ingresó por cuotas de socios el mismo año. Según informó el diario ABC, entre 2005 y el inicio del procés Òmnium recibió alrededor de 11 millones de euros en subvenciones.
Òmnium y ACN hicieron la campaña del 9-N
La capacidad de llevar a cabo una campaña electoral con fondos propios de las entidades quedó demostrada en 2014, cuando Òmnium y la ANC lanzaron conjuntamente la campaña Ara és l'hora, antes de la consulta del 9 de noviembre. Según la auditoría realizada en su momento, también disponible en la web, el conjunto de acciones que ambas asociaciones llevaron a cabo costaron casi 3,5 millones de euros, cantidad que pudieron recaudar con una intensa campaña para captar donaciones fuera de las estructuras de cada organización.
Sobre el referéndum del 1-O, la Guardia Civil cifró en entorno a 1,5 millones de euros los gastos que entre ambas entidades realizaron entre septiembre y octubre pasados. Se trataría, al entender del instituto armado, de gastos en campañas para el referéndum. Hay que tener en cuenta, con todo, que la Diada es cada año una fecha de importante desembolso para ambas organizaciones. Teniendo en cuenta que son entidades privadas, la investigación ahora intenta determinar si hubo financiación cruzada.
Según los informes de la Guardia Civil aportados al juzgado de instrucción número 13 de Barcelona, otros 1,5 millones de euros destinados al referéndum habrían salido directamente de la Generalitat, destinados a material del referéndum. En las entidades se está buscando el origen del resto de dinero que se calcula que habría costado el proceso refrendario, que aún no se cuantifica. La sospecha del juez es que, si Òmnium pagó gastos relacionados con el referéndum más allá de la campaña, podría haber recibido ingresos de dinero público en forma de partidas camufladas.