Òmnium pide al Gobierno que “resuelva el conflicto” con una amnistía para los presos y encausados del procés

Arturo Puente

11 de septiembre de 2020 13:00 h

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Òmnium Cultural ha celebrado la primera Diada sin manifestaciones multitudinarias en una década con un acto de pequeño formato en homenaje a los presos y encausados, en el que se han colocado 2.850 sillas vacías, tantas como personas aseguran que han sido represaliadas en la lucha por la independencia. El vicepresidente de la entidad, Marcel Mauri, ha enviado un mensaje al Gobierno en el que le ha pedido que apueste por “resolver el conflicto por vías democráticas”, que según ha apuntado requiere reconocer la autodeterminación e impulsar una amnistía para el conjunto de presos y encausados del procés.

“Si el Gobierno español quiere enmendar la injusticia, abandonar la vía de la represión y la doctrina de VOX, y resolver el conflicto por vías políticas, como presumía esta semana Pedro Sánchez, lo tiene fácil: reconocer el derecho a la autodeterminación y una amnistía”, ha asegura Mauri en su discurso.

El acto, situado en el paseo Lluis Companys de Barcelona, ha sido poco concurrido por la situación de pandemia. Autoridades diversas como los presidentes del Govern y el Parlament, Quim Torra y Roger Torrent, han colaborado con la instalación escribiendo y colocando en las sillas el nombre de personas presas o encausadas a las que querían rendir homenaje. También representantes de los partidos independentistas y soberanistas como Ernest Maragall, de ERC, Jaume Asens, de En Comú Podem, o Carles Riera, de la CUP, ha asistido al acto de Òmnium.

“Detrás de cualquiera de estas sillas, de cada una de las personas represaliadas que han dejado la piel durante los últimos años por esta causa política, hay cientos de personas”, ha asegurado Mauri. El vicepresident de Òmnium ha denunciado la situación en la que se encuentra el líder de la entidad, Jordi Cuixart, y el resto de los presos independentistas, de quienes ha relatado que están “23 horas al día en su celda” después de que el Supremo rechazara la concesión de su tercer grado.

Para Mauri, la situación que viven los presos es propia de un estado “vengativo”, pese a lo que ha reivindicado que “los presos políticos no son la prueba de ninguna derrota” sino “la imagen viva que explica que nunca como ahora habíamos estado tan cerca de nuestro objetivo”, ha dicho.