La lista con la que concurrirá Carles Puigdemont a las elecciones del 21D comienza a despejarse. El president cesado será el cabeza de lista de la coalición formada entre su actual partido, el PDeCAT, y el antiguo, Convergència, bajo la marca Junts per Catalunya. Con este nuevo nombre los convergentes tratarán de recoger la herencia simbólica de JxSí en una lista que prevén llenar de independientes y miembros del Govern encarcelados o que se encuentran en Bélgica.
La decisión de concurrir bajo la marca del PDeCAT ha supuesto una larga negociación entre el partido y Puigdemont, que comenzó a desatascarse este fin de semana, tras una visita a Bruselas del presidente de la formación, Artur Mas, y la coordinadora general, Marta Pascal. Puigdemont, que en principio presionaba por concurrir en una lista transversal en forma de coalición de electores sin partidos, acabó aceptando ser número uno del partido bajo la nueva marca.
Según ha avanzado La Vanguardia y ha podido confirmar este diario, el PDeCAT ha registrado este lunes el nombre de Junts per Catalunya (JxCat) ante la Junta Electoral, como cambio de denominación de la coalición presentada el pasado martes, al término del plazo. Los exconvergentes habían inscrito una coalición con sus siglas, PDeCAT, y el apellido de Pacte Democràtic, en el que incluían a Convergència Democràtica de Catalunya, que es la formación que tiene los derechos de los espacios electorales, gracias a los resultados de JxSí en las elecciones de 2015.
Según el acuerdo alcanzado entre Puigdemont y el PDeCAT, será ahora el president cesado en encargado de confeccionar la lista. Entre los nombres que suenan están los consellers cesados que se encuentran presos y algunos de los que están junto a él en Bélgica, además del presidente de la ANC, Jordi Sànchez. Quien seguro no acudirá en la lista de Puigdemont es Marta Pascal, ya que así figura en el acuerdo.
Será este próximo miércoles en el Consell Nacional del PDeCAT cuando se acaben de aprobar las listas a las elecciones del 21D. El nombre de JxCat ya había sonado antes en la casa convergente, hasta el punto que fue una de las opciones barajadas para bautizar al nuevo partido, que finalmente acabó llamándose PDeCAT.