Las diversas oleadas de externalizaciones llevadas a cabo durante la crisis han pasado una importante factura a la imagen que tienen los catalanes sobre la gestión pública. Solo el 24% de ellos consideran hoy que los servicios públicos gestionados por empresas privadas funcionan mejor. Sin embargo, en 2011, quienes los creían mejores llegaban al 31,7%. En el otro lado, ahora son el 28,8% quienes aseguran que los servicios externalizados funcionan peor, casi 10 puntos más de quienes lo pensaban en 2011.
Estos son los datos que arroja la encuesta sobre la percepción de políticas públicas del CEO de la Generalitat, publicado este jueves, que, además de mostrar un importante giro de la opinión pública contra la externalización de servicios, detecta que los ciudadanos dan mucha importancia a los servicios públicos y un alto nivel de satisfacción con la gestión que de ellos hace la Generalitat.
Por áreas, la que más catalanes consideran que afecta a su vida más directamente es la sanidad, seguido por la seguridad ciudadana y el medio ambiente. Las actuaciones en materia económica, que copaba el tercer puesto tanto en la encuesta de 2014 como en la de 2011, se desploman este año hasta el noveno.
Consecuentemente con estas opiniones, la sanidad es el primer servicio que los catalanes blindarían ante los recortes presupuestarios. El siguiente son las pensiones. De tener que meter la tijera, uno de cada tres catalanes lo haría en la vivienda de protección oficial y, en segundo lugar, en las becas educativas.
La Generalitat aparece como una administración cuya imagen mejora de forma clara en los últimos años. Más de la mitad de los catalanes consideran que funciona de forma positiva o muy positiva, mientras que menos del 25% dicen que lo haga de forma negativa o muy negativa. Hace seis años ambos grupos estaban casi empatados, en torno al 37% de la población.
Lo que los catalanes más valoran de su administración autonómica es su gestión en infraestructuras y en transporte público. Las que menos, las relacionadas con la política laboral: lucha contra la temporalidad y el desempleo.
Como consecuencia de las valoraciones en los asuntos concretos, la nota global que los ciudadanos ponen al Ejecutivo de JxSí obtiene un 5,5, superando la barrera del aprobado que traspasaba ni en 2014 ni en 2011. El 72,2% de los catalanes pone al gobierno puntuaciones aprobadas, entre el 5 y 10. Como dato llamativo, los votantes de la CUP suspenden a sus socios en el Govern, aunque por la mínima, aunque con una puntuación por debajo que la que otorgan a JxSí los votantes del PSC.