El poder municipal de los socialistas catalanes vuelve a cuotas de la década pasada. La formación podrá gobernar en seis de las 10 ciudades más grandes de Catalunya, en cinco de ellos con la alcaldía y, en Barcelona, gracias a una coalición con los 'comuns' de Ada Colau.
Los socialistas controlarán además L'Hospitalet y Santa Coloma de Gramanet, donde obtuvieron mayorías absolutas, Mataró y Sabadell, gracias pactos con los 'comuns' y Podem, y finalmente debido a un pacto de última hora, accederán también a la alcaldía de Badalona. En esta última ciudad, la candidatura conjunta entre Guanyem y ERC ha preferido dejar la alcaldía a los socialistas para evitar que llegara al poder Xavier García Albiol.
La segunda formación con más poder en las ciudades grandes será ERC, que obtiene dos alcaldías, en Tarragona y Lleida, además de la entrada en el gobierno de Reus, que compartirá con JxCat, y en el de Terrassa, junto a la candidatura independiente Tot per Terrassa. En esta última ciudad la alcaldía la tendrá Jordi Ballart, quien fuera alcalde por el PSC desde 2012 hasta 2017, cuando abandonó el partido para formar su propia lista.
Tanto los 'comuns' como JxCat tendrán solo una alcaldía de entre las 10 ciudades más pobladas. El espacio posconvergente mantendrá Reus y, si no hay cambios sobre lo previsto, Ada Colau revalidará su mandato en Barcelona con los votos de PSC y tres de la candidatura conjunta de Manuel Valls y Ciudadanos.