El Govern y los partidos se reunirán este viernes para decidir qué hacen con las elecciones catalanas. Hasta hoy había dos escenarios: mantenerlas el 14 de febrero o aplazarlas hasta mediados de mayo o junio. El PSC era el único que se aferraba a la fecha prevista pero, según fuentes de esta formación, en la cumbre de mañana presentarán una propuesta alternativa. Se trataría de que los comicios se celebrasen antes de Semana Santa, esto es, en el mes de marzo.
Los partidos del Govern, tanto ERC como Junts, han defendido en privado que el aplazamiento implicaría realizar las elecciones lo más tarde posible para intentar que los datos epidemiológicos no fuesen tan malos. En ERC señalan que podría ser cualquier domingo a partir del 16 de mayo mientras que en Junts son más partidarios de ir a junio. Cuando el Ejecutivo catalán elaboró a finales de octubre su protocolo para celebrar las elecciones de manera segura en un contexto de pandemia, la situación epidemiológica no distaba mucho de la actual o era incluso peor. Había más de 5.700 contagiados diarios -este jueves eran 4.473- y la velocidad de transmisión era de 1,46 frente al 1,32 de este jueves.
El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, se ha mostrado este mismo jueves muy contrario a un cambio de fecha llegando incluso a afirmar que se trataba de una “suspensión de la democracia”. Campo, en una entrevista en Televisión Española, ha recordado que la decisión que adopte el Govern puede ser recurrida. La Moncloa, de momento, no ha desvelado si esta es su intención mientras que el PSC es una opción que no descarta.
El departamento de Salut baraja dos escenarios como los más probables de cara al 14F. En la mejor de las tesituras, prevé que los casos diarios en ese momento sean unos 3.000 y que en las unidades de críticos haya alrededor de unos 620 pacientes. El segundo escenario, aún más pesimista, augura unos 4.000 casos diarios y alrededor de unos 750 pacientes en las UCIs el fin de semana de las elecciones. “Cada día que pasa el escenario 1 toma mayor peso”, señalan fuentes del departamento. “Pero lo más probable es que finalmente sea una situación intermedia entre los dos escenarios previstos”. Las predicciones, en todo caso, prevén que haya más de 620 pacientes en las unidades de críticos el día de las elecciones.
A partir de los 400 pacientes en unidades de críticos es cuando se empiezan a desprogramar operaciones en algunos centros. A partir de los 500 se considera que la desprogramación es ya “generalizada” y a partir de los 650 pacientes en UCI es cuando se empiezan incluso a desprogramar intervenciones urgentes. Según las propias predicciones de la conselleria, si se celebraran los comicios el 14 de febrero se harán en un contexto en el que los hospitales ya habrán empezado a desprogramar operaciones y en el que incluso se puedan estar cancelando intervenciones urgentes.