Puigdemont convoca a una reunión en Berlín a la cúpula del PDeCAT antes de señalar al nuevo candidato

Reunión de última hora entre el PDeCAT y Carles Puigdemont en Berlín, horas antes de que el president cesado señale al nuevo candidato a la presidencia de la Generalitat. Puigdemont ha llamado a la cúpula del partido, que es parte de la más amplia candidatura de JxCat, en nombre del que acudirán Marta Pascal, Neus Munté y Mercè Conesa, que llevan las riendas del PDeCAT.

Según ha avanzando la agencia de noticias ACN, las tres políticas viajarán este jueves por la tarde a la capital alemana, donde se reunirán el viernes con Carles Puigdemont. El líder de JxCat tendría pensado consensuar con ellas el nombre del nuevo candidato a la investidura, una vez descartado que él mismo pueda ser investido. La formación ha anunciado que el nombre se conocerá entre el viernes y el sábado.

Con la propuesta del nuevo nombre, JxCat considera que podrá celebrarse un debate de investidura que permita la formación de un Govern y, por tanto, el fin de la intervención de la autonomía. El objetivo es evitar unas nuevas elecciones, que tanto JxCat como ERC rechazan. De hecho es el PDeCAT uno de los grupos que más reticencias han puesto a volver a las urnas dentro de la candidatura de Carles Puigdemont.

El secretismo sobre los nombres que Puigdemont tantea para ocupar su lugar es máximo. El president cesado está llevando a cabo su deliberación en la más estricta intimidad y con el apoyo de unos pocos colaboradores. Las dirigentes del PDeCAT serán, por tanto, las primeras personas que conocerán la decisión de Puigdemont para su sucesión fuera de su más estrecho círculo de colaboradores.

También el president del Parlament, Roger Torrent, está a la espera de que se desencadenen los acontecimientos, pues él será el encargado, una vez Jxcat comunique su deseo de proponer a un candidato y Jordi Sànchez renuncie a la candidatura que aún mantiene viva, de abrir la ronda de consultas y de nombrar un candidato. Además deberá fijar el pleno de investidura, que inicialmente el independentismo deseaba que comenzase el sábado y acabase el lunes, pero que podría verse desplazado al lunes y miércoles.